Esta selección viene precedida de acciones como poner a jugar siempre a los jugadores más determinantes individualmente, a los que ellos creen que son los ‘’mejores’’ del equipo y a los otros no tan buenos dejarlos en el banquillo jugando muchísimos menos minutos.
Esta situación provoca que muchos de los niños y niñas no disfruten con su deporte y propiciando que aumenten las posibilidades de que los jóvenes deportistas pierdan la ilusión por ir a jugar un partido e incluso ir a los entrenamientos y por lo tanto provocando que se tome la decisión de abandonar el deporte.