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Después de casi un mes de competiciones, los dos grandes favoritos se jugarán la Copa América el próxima sábado. Chile lo hace tras ganar a Perú con apuros y Argentina después de arrasar a Paraguay.

Esta Copa América ha tenido de todo, especialmente mucho ruido alrededor de un fútbol muy pobre en la mayoría de los partidos. Argentina y Chile han sido las dos únicas selecciones que han mostrado algo distinto, apostando por el fútbol y no por frenarlo. Así que no cabe duda de que la final del próximo sábado cita a los dos mejores equipos del campeonato y del continente ahora mismo. Con Brasil desaparecida desde hace tiempo, Chile ha escalado a lo más alto, poniéndose a la altura de su rival del sábado. Lo ha conseguido primero gracias al trabajo de Marcelo Bielsa, quien dibujó una selección hiperactiva, donde solo importa atacar hasta morir. Sampaoli heredó ese estilo y no solo lo ha mantenido, sino que lo ha mejorado. Esta Chile es ahora una selección con mucho más 'cuajo' después de pasar un Mundial y una Copa América más. Por si fuera poco, juega en casa, con todo lo que eso supone. Ahora llega el gran reto: ganar la Copa América por primera vez en la historia del país.

Delante tendrá a Argentina, la mejor Argentina de los últimos veinte años; el tiempo que llevar sin ganar la Copa América. Como ha ocurrido con Sampaoli, el Tata Martino tomó los mandos de la albiceleste después del gran trabajo de Sabella, quien supo poner orden y concordancia entre todas las líneas del equipo. Argentina ahora no solo es un espectacular ataque, el mejor del mundo, también tiene defensa y medio del campo. Virtudes que explotó anoche en el partido ante Paraguay, con un 6-1 que pasará a la historia. Pastore, para Cantona el mejor jugador del mundo, se exhibió al lado de Messi, filtrando pases imposibles, como el del 3-1 a Di María. Atrás quedan los años en el desierto de la albiceleste, donde Messi fue el futbolista que peor lo pasó. Sin un equipo detrás, la figura del jugador del Barcelona se empequeñecía, haciendo una caricatura de sí mismo comparado con el Messi del Barcelona. Ahora ha encontrado socios a su altura, como Di María, Pastore o Agüero. Con ellos Messi, aunque no marque gol (como ha ocurrido en el 6-1) es feliz.

Una Copa América decepcionante

Pase lo que pase el sábado, la Copa América de 2015 ha sido decepcionante. Lo ha sido Colombia, que después de su gran Mundial ha dado un paso atrás en en el campeonato. Pékerman, de manera inexplicable, fue infiel a sus ideas, apostando por una selección excesivamente defensiva y sin chispa arriba. Algo que repercutió negativamente a James Rodríguez. La estrella cafetera apenas dejó algunos destellos en una selección que solo pudo marcar un gol en cuatro partidos. Peor si cabe ha sido el papel de Brasil. Jugó bien ante Perú en el primer partido, con exhibición de Neymar, pero desaparació después. No hay presente y lo que es peor, tampoco futuro en la 'canarinha'. La aspuesta por Dunga después de Scolari tampoco ha funcionado. No obstante, el problema no está en el entrenador, sino en la base. "Antes teníamos para formar dos selecciones y ahora no nos da ni para una", ha sentenciado Romario con mucha razón. Brasil ha dejado de sacar buenos jugadores, secando su delantera. Rusia 2018 asoma en el horizonte con las eliminatorias para clasificarse y Brasil, si no cambia mucho la cosa, tendrá serios problemas para alcanzar el billete.

@futboltactico

 

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