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Actualidad FIFA y UEFA
El abrazo del alma
El abrazo es la mayor expresión de alegría en la vida y en el fútbol. Es el resultado alegre de un trabajo colectivo. La historia de los Mundiales está repleto de ellos, pero hay uno que quedó para siempre: ?El abrazo del alma?. Una imagen que merece ser contada en tres partes.
El partido
La instantánea más famosa de los Mundiales ocurrió en Argentina 78?. La anfitriona, tras un largo y sufrido camino hasta la gloria, acabó proclamándose campeona del mundo por primera en su historia tras ganar a Holanda 3-1. Kempes, en el minuto 35 inauguró el marcador, pero Holanda, que disputaba su segunda final consecutiva, encontró el empate a falta de ocho minutos para el final. Nanninga fue el autor de un tanto que condenaba la final a la prórroga. Los temores inundaron la mente de los jugadores argentinos, con las piernas encogidas ante el miedo de perder la final en casa. Pero para suerte de la albiceleste, apareció Mario Kempes, el ?Matador?. ?El segundo gol fue más complicado. Una vez que pateó, la pelota iba tan elevada que venían dos holandeses, pero estiró la pierna y de alguna manera rozó la pelota y la gente estaba loca. Creo que estábamos predestinados para ganar ese Mundial?, ha comentado más de alguna vez el delantero argentino en varias entrevistas. Finalmente, y a a falta de cinco minutos para el final, Bertoni sentenció el choque con el 3-1. Fue el final del sufrimiento y la explosión de felicidad.
El fotógrafo
¿Se imaginan ser fotógrafo después de que tu selección haya ganando el campeonato del mundo en casa? Yo he tenido la suerte de compartir experiencias con algunos, y puedo decir que es una de las profesiones más complicadas e ingratas del periodismo. Todos creen tener la mejor foto, la instantánea que resuma en una sola imagen todo un sentimiento, aunque sólo unos elegidos la consiguen. El protagonista de la foto de ?El Abrazo del alma? fue Ricardo Osvaldo Alfieri, reportero para la revista Gráfico. De alguna manera, el destino le eligió a él. Podría haber sido cualquier otro periodista el que tomara esa foto, pero le tocó a él. Un reportero con años de experiencia en su mochila. Ricardo llegó horas después a la redacción de El Gráfico con esa foto. Sin dudarlo, la redacción la eligió como portada de la publicación. Representaba el abrazo sordo de todo un país a una selección que acababa de hacer historia.
Los protagonistas
Ya saben que el fútbol en Argentina no es fútbol. Es una pasión, un modo de vida, una religión. Ganar el Mundial fue como tocar el cielo, estar con Dios por unos momentos. Tarantini acabó el partido muerto, sin una gota más de sudor que dar. Ni siquiera había fuerzas para correr de alegría. El defensa hincó sus rodillas en el campo mirando al cielo. A su encuentro llegó el Pato Fillol, el arquero de la selección argentina. Ambos se fundieron en un silencioso y sincero abrazo. No hubo gritos, sólo alivio y una felicidad muda. Pero faltaba una persona más. No fue ningún otro compañero. El tercer protagonista fue Víctor Dell Aquila. Un joven aficionado que había perdido ambos brazos durante su infancia, en un accidente con un poste de la luz. ?Los vi a los jugadores, al Pato Fillol y a Tarantini, ahí tan cerca? Se fundieron en un abrazo, por lo que debí frenarme. Las mangas de mi buzo se fueron hacia adelante, cuando Ricardo Alfieri disparó su cámara. Parece que nos abrazáramos juntos?, contaría D´Aquila años después. Pero antes tuvo que ingeniársela para llegar hasta allí:
?Ese día no encontré a la persona con la que había arreglado e intenté ingresar como discapacitado, pero me dijeron que estaba lleno. Me fui a la platea que está sobre Figueroa Alcorta y un conocido me hizo entrar. Y ahí me fui bien abajo y me senté, entonces se me prendió la lamparita?. Y la lucecita se encendió tras el pitido final. ?Tendría unos dos metros, algo más. Pero era pendejo, pesaba 50 kilos y tenía un buen estado. Cuando vi que el referí levantó la mano, pasé los pies, flexioné y ¡tac! caí paradito. Pero seguían jugando, habían adicionado minutos. Entonces caminé despacito y me puse al lado del palo de Fillol. Y cuando tocó pito el juez salí corriendo en busca de alguien a quien abrazar. En un momento, Tarantini se arrodilló como rezándole a Dios. Fillol hizo lo mismo y se abrazaron. Justo llegué yo?.
Sin esperárselo, D? Aquila se encontró al día siguiente siendo protagonista del campeonato del mundo de su selección. Una imagen que marcó el título de Argentina y la historia de los Mundiales. Un abrazo compartido por todo un país, que en esos momentos vivía bajo la dictadura de Videla. Una alegría que se ha vuelto a repetir 36 años después a través de una conocida marca de bebidas. Aquí os dejó el vídeo de un abrazo? con el alma.
Por Héctor García
