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No hubo sorpresas ni en las eliminatorias ni en las semisfinales del Mundialito. La final la disputarán un River PLate que se impuso por la mínima al campeón japonés con gol del joven Alario, y un Barça que con un "hat trick" de Suárez le bastó para doblegar a los de Scolari y así poder optar a su tercer entorchado en esta competición. La escarapela de Campeón del Mundo de Clubes lucirá en una de las dos elásticas a partir del próximo domingo.

La final del Mundial de Clubes 2015 que se disputa en Japón ya está servida. FC Barcelona y River Plate se enfrentarán en la duodécima edición de esta competición, el próximo domingo 20 de diciembre a las 11.30 hora española en pleno corazón nipón, en Yokohama. El Barça llega a la finalísima tras apear de la competición en la segunda de las semifinales al conjunto chino, el Guangzhou Evergrande por un contundente marcador de 3-0. Por su parte, River superó en la primera semi disputada al club japonés Sanfrecce Hiroshima por la mínima. La ciudad de Yokohama definirá quién será el nuevo campeón del mundo de clubes, sucediendo en el trono al Real Madrid que se impuso a los argentinos de San Lorenzo el pasado año pasado.

La primera de las semifinales enfrentaba el pasado miércoles a un River Plate que llegaba apoyado por unos 15.000 aficionados, al conjunto local del Sanfrecce Hiroshima en el Osaka Nagai Stadium. River venció con un gol de cabeza de Lucas Alario y se clasificó para la final de la Copa Mundial de Clubes de la FIFA Japón 2015. El encuentro fue muy reñido, con un inicio en el que los japoneses imponían su ley, y un River que poco a poco se fue haciendo con el control del juego aunque sin crear peligro real frente al posicionamiento defensivo de los nipones y a su juego vertical y dinámico. Alguna ocasión bastante clara tuvo el equipo japonés, ocasión que desbarató el meta Marcelo Barovero con un par de excelentes intervenciones. River tuvo la pelota, pero su juego era plano, hasta que en una jugada a balón parado apareció Maidana, que se anticipó al arquero Hayashi y Alario sólo tuvo que cabecear a puerta vacia para conseguir el gol del triunfo. ?Ha sido un partido muy reñido, aunque ya lo esperábamos. Sabíamos que el rival iba a estar organizado, y así fue, pero aun así creo que nosotros controlamos el partido durante la mayor parte del tiempo. También éramos claros favoritos y había muchas expectativas puestas en nosotros. Creo que nos dejamos ir justo antes del descanso, pero les dije a mis jugadores que se mantuviesen firmes, que fuesen inteligentes y que estuviesen atentos para aprovechar sus oportunidades. Y cuando llegó ese lanzamiento de falta, así lo hicieron?, afirmaba después del encuentro Marcelo Gallardo, técnico de River. En entrenador del Sanfrecce, Hajime Moriyasu se lamentaba de la oportunidad perdida: ?Hay que aceptar el resultado, aunque resulta difícil asumirlo, porque tuvimos momentos decisivos y una oportunidad de ganar. El rival es el equipo más fuerte contra el que hayamos jugado nunca, tanto en términos de historial como de calidad. Tiene una velocidad, una potencia y una técnica extraordinarias, y casi fuimos capaces de estar a su altura. Hasta el gol, todo transcurrió exactamente como habíamos previsto. De haber sido capaces de marcar nosotros, las cosas podrían haber terminado de un modo muy distinto?.

En la segunda semi disputada esta misma mañana el campeón de la Champions League, el FC Barcelona, se ha impuesto con contundencia al campeón de Asia, el Guangzhou, por un tanteo final de tres goles a cero. El Charrúa Luís Suárez se ha erigido como protagonista del duelo al firmar un "hat trick", respondiendo con goles a la responsabilidad que había recaído sobre él tras la suplencia de Neymar, y la baja de última hora de Messi debido a un cólico nefrítico. La verdad es que al Barça le costó 39 minutos romper la muralla china plantada por Luiz Felipe Scolari, plantando un equipo completamente encerrado en su campo, achicando espacios y manteniendo al rival lejos de la portería. Una vez abierta la "lata", el Barcelona que ya se mostraba superior, entonó un monólogo de juego donde el campeón chino era un mero comparsa. Se esperaba una mayor oposición de los de Scolari que llevaban más de medio año sin conocer la derrota. Así, Iniesta, Rakitic y el propio Suárez se hicieron amos y señores del terreno de juego a la espera de la final del domingo. "Que te gane el Barcelona por 3-0 no es diferente a lo que le pasa a otros grandes clubs. Solo quiero agradecer a mi equipo lo que hicieron. La estrategia ante el Barcelona, fue hasta cierto punto equilibrada, pero el Barça es diferente, es un equipo fantástico. El año sigue siendo maravilloso pese a la derrota. Muchos equipos pierden ante el Barça y hay que aprender de eso. Dentro de cinco u ocho años el nivel de los chinos será mayor. Así se aprende.", se resignaba tras el partido Scolari.

Ni las ausencias de Neymar  y Messi igualaron las fuerzas entre el campeón europeo y el asiático, alimentando la idea de que sigue existiendo un abismo entre el fútbol que se practica en las ligas del Viejo Continente y el resto del mundo. Quizás River Plate pueda demostrar que no es así, pero para ello tendrá que dar varios pasos al frente el próximo domingo en la gran final, porque los problemas sufridos ante el campeón japonés hacen que no estalle el optimismo. River contará, eso seguro, con el consabido gen competitivo del fútbol argentino, pero al FC Barcelona no se le frena sólo con entusiasmo y entrega. Lo que es indudable es que el domingo tendremos a un nuevo campeón del mundo de clubes.

 

 

 

 

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