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Los coleccionistas de camisetas, como ocurre cada Mundial, están de enhorabuena, aunque esta vez tendrán menos donde elegir, ya que los cambios en algunas de las equipaciones de las selecciones mundialistas son mínimos. La normalidad se impone en las primeras camisetas, mientras que en las segundas hay pocos atrevimientos. Algunos estudios indican que el color más influyente sobre un contrario, por eso de la intimidación, es el rojo. Sin embargo, sólo ha habido un campeón del mundo que haya ganado con este color: Inglaterra en 1966. España, recordémoslo, ganó la final ante Holanda en 2010 vistiendo un elegante azul marino.

Los coleccionistas de camisetas, como ocurre cada Mundial, están de enhorabuena, aunque esta vez tendrán menos donde elegir, ya que los cambios en algunas de las equipaciones de las selecciones mundialistas son mínimos. La normalidad se impone en las primeras camisetas, mientras que en las segundas hay pocos atrevimientos. Algunos estudios indican que el color más influyente sobre un contrario, por eso de la intimidación, es el rojo. Sin embargo, sólo ha habido un campeón del mundo que haya ganado con este color: Inglaterra en 1966. España, recordémoslo, ganó la final ante Holanda en 2010 vistiendo un elegante azul marino.

Hasta Brasil ganó de azul

Resulta sorprendente echar un vistazo al palmarés del Mundial y al archivo de fotos de cada uno de los campeones y comprobar que la historia de los Mundiales, al contrario de lo que pueda parecer, está dominada por el color azul. La historia comenzó en Uruguay 1930, cuando la selección anfitriona se proclamó campeona con su mítica camiseta celeste. Las dos siguientes ediciones, Italia 1934 y Francia 1938, fueron a parar a manos de Italia, también de azul. El parón por la Segunda Guerra Mundial cambió la organización del Mundial y las camisetas, con modelos más ceñidos. Brasil dominó todo el campeonato vestida de blanco, hasta la final, donde se topó con Uruguay, su camiseta celeste y el gol de Ghiggia. Un triunfo que se celebró ?con cervrzas?, como desveló el futbolista en una deliciosa entrevista con ?Fiebre Maldini? esta semana. Brasil, mientras, intentó borrar toda la memoria de ese partido, hasta el extremo de cambiar los colores de su equipación. Una historia que ya contamos en esta sección. No fue hasta Suiza 1954 cuando el campeón del mundo cambió de color: fue Alemania, con su blanco en la camiseta y negro en la mangas. Una de las grandes curiosidades en la historia de los Mundiales se dio en 1958. Brasil ganó su primer campeonato vestida de azul, en una final ante Suecia, quien jugó, precisamente, de amarillo.  A partir de ahí el azul perdió su influjo en la gran competición del fútbol mundial: Brasil, ya de amarillo, ganó en Chila 62?; Inglaterra, de rojo, en 1966; Brasil, de amarillo, lo hizo en México 70? y Alemania, de blanco, ganó en 1974. En 1978, la albiceleste de Argentina conquistó su primer título. España 1982 volvió a ser para la camiseta ?azzurra? de Italia y el siguiente campeonato, México 86, fue de nuevo a manos de la albiceleste, con el ?10? de Maradona luciendo en todo su esplendor. Alemania, que ya acabó con el dominio azul en 1958, volvió a hacerlo en Italia 90?. A partir de ahí se fueron salteando los campeones: Brasil ganó en Estados Unidos de amarillo, Francia en su casa de azul, Brasil en Corea y Japón de amarillo e Italia, de azul, en Alemania. En 2010 el color que volvió a mandar fue el azul, el de la camiseta de España, que, como no podía ser de otra manera, decidió recoger la copa vestida con su ?roja?.

Tres campeones con distintos colores

Al margen de los colores, España acabó en 2010 con una maldición que perseguía al equipo que vestía un color diferente al suyo en una final. Y es que son sólo tres los campeones que lo han conseguido: Brasil en Suecia 1958, Inglaterra en 1996 y España en 2010. Para el Mundial de Brasil 2014 la gran apuesta ha sido el negro, presente en las segundas equipaciones de selecciones como España o Brasil. Alemania, la otra gran favorita, ha apostado por un rojo fuego, olvidándose de un verde que nunca le ha traído suerte en la competición mundialista. Argentina, por su parte, confía en un azul marino para su segunda equipación. ¿Y el resto? Pocos cambios. Las marcas, como ocurre en todos los Mundiales, han innovado en sus modelos, aunque sin llegar al extremo de Camerún en 2002, cuando intentó jugar en Corea y Japón con una camiseta sin mangas, al estilo NBA. Para Brasil serán más cautos, aunque su camiseta seguro que será una de las más comentadas.

Por Héctor García

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