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Japón disputará en Brasil su quinto Mundial consecutivo. Lejos quedan los tiempos en los que un futbolista nipón era sinónimo de apertura de nuevos mercados, pero no de gran fútbol.

¿Se acuerda de Kazuyoshi Miura? De primeras, tal vez le resulte complicado ponerle cara, pero Miura, todavía en activo a sus 47 años, es una leyenda en su país: fue el primer japonés en jugar en Europa. Miura, aunque jugó su último partido con Japón en el año 2000, estará muy presente en Brasil, después de que la Federación nipona le haya nombrado embajador de los samuráis azules en el campeonato del mundo.

Su carrera deportiva no sólo inspiró a los más jóvenes, también al creador del conocido personaje de dibujos animados Oliver Atton. Con tal sólo quince años, Miura lo dejó todo para emigrar a Brasil en 1986 en busca de una formación profesional en el fútbol. Su primer fue el Clube Atlético Juventus de Sau Paulo, en el que estuvo cuatro años. Entre medias, tuvo varias ofertas para regresar a casa durante, pero el ?Oliver Atton? japonés se negó por el bajo nivel de la liga nipona, en aquellos tiempos aún amateur. Consolidado en el fútbol brasileño, su paso a un equipo profesional lo dio en el Santos, donde, sin embargo, sólo pudo jugar dos partidos. Su periplo por el país de la samba estuvo plagado de varios equipos más, siempre con un papel secundario.

Vuelve a su país

En 1990, y cansado de peregrinar por Brasil, Miura regresó a Japón, fichando por el Yomiuri. Dos años después, el fútbol japonés entró en una dimensión, con Miura y su equipo como eje de todo: cambió su nombre por el de Verdy Kawasaki y fue el principal fundador de la nueva liga (J. League). No obstante, y a pesar de los avances, en la cabeza del delantero nipón rumiaba otra idea: jugar en Europa. El Genoa italiano, que le había seguido durante varios meses, fue su destino, aunque la operación respondió más a una acción de mercado que a la confianza en sus posibilidades. Para colmo, en su debut ante el Milan se rompió los huesos propios de la nariz y sufrió una conmoción cerebral tras un fuerte encontronazo. Las cosas no salieron como esperaba (en 1999 retorno a Europa durante unos meses, al Croacia de Zagreb), pero Miura dejó algo más importante que ser el primer futbolista japonés en llegar a Europa: consiguió abrir camino al fútbol nipón. Desde entonces, el país del sol naciente ha ido creciendo año a año, con un trabajo muy cuidado en las categorías bases. ?No me sorprendería que ganasen el Mundial en Rusia 2018 o en Catar 2022?, comenta Ginés Meléndez, Director del fútbol base de la selección española y uno de los mejores conocedores de las canteras del mundo.

Japón no jugó un Mundial hasta Francia 1998

Un presente muy diferente si echamos la vista atrás. La selección japonesa no apareció en un Mundial por primera vez hasta Francia 1998. En las ocasiones anteriores o no se había clasificado o no había participado. El estreno en una cita mundialista fue, nada más y nada menos, contra Argentina, con jugadores como Gabriel Batistuta, Zanetti, Sensini o Simeone. Japón, por su parte, salió con el siguiente once: Kawaguchi; Narashi, Soma, Ihara, Yamaguchi; Nakata, Nakayama, Nanami, Akita; Shoji Jo y Nakhanisi. Desconocidos todos para el gran público. A pesar de la tremenda distancia entre ambos equipos, la selección japonesa dio la cara perdiendo sólo por 1-0 con un tanto de Batistuta en el minuto 28 de partido. Los dos siguientes encuentros de primera fase también se saldaron con derrotas cortas: 1-0 ante Croacia y 2-1 ante Jamaica. La experiencia, más allá de los resultados, fue positiva, especialmente para Hidetoshi Nakata, quien se ganó un contrato en el Perugia italiano.

Llegan a Europa

El gran salto definitivo del fútbol japonés llegó cuatro años después, organizando el Mundial junto a Corea del Sur. Se pusieron todos los medios posibles para que los ?samuráis  azules? pudieran presentar batalla en casa. Y lo consiguieron: Japón empató el primer partido ante Bélgica (2-2) y consiguió su primera victoria en un Mundial ante Rusia por 1-0 con gol de Inamoto. La locura se adueñó del ordenado pueblo nipón tras el pase a los octavos de final tras ganar a Túnez (2-0). El sueño, no obstante, duro poco más: Turquía, a la postre semifinalista del campeonato, acabó con las esperanzas de la selección nipona en los octavos de final. La cima de Japón hasta ahora: en 2006 no pasó de la fase de grupos y en Mundial de Sudáfrica volvió a caer en octavos. Una barrera que toca superar en Brasil.Para eso llegó Alberto Zaccheroni en 2010, quien le ha añadido al ardor nipón una pizca de ?catenaccio?. Al mismo tiempo, Japón ha ido colocando a gran parte de sus jugadores en las principales ligas europeas, sobre todo en la Bundesliga:

-     Eiji Kawashima (portero), Standar de Lieja, Bélgica

-     Keisuke Honda, Milan, Italia

-     Y?to Nagatomo, Inter, Italia

-     G?toku Sakai, Sttugart, Alemania

-     Hiroshi Kiyotake, Nuremberg, Alemania

-     Shinji Okazaki, Mainz 05, Alemania

-     Hiroki Sakai, Hannover 96, Alemania

-     Makoto Haseb, Wolfsburgo, Alemania

-     Hajime Hosogai, Hertha de Berlín, Alemania

-     Shinji Kagawa, Manchester United, Inglaterra

-     Maya Yoshida, Southhampton, Inglaterra

-     Mike Havenaar, Vitesse, Holanda

Texto: Héctor García

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