Desde una Disponibilidad defensiva procuraremos crear la inteligencia/cultura táctica idónea para seleccionar la respuesta a cada incertidumbre. Lo importante es que el jugador busque una razón de porqué hace las cosas acercándolo a que conozca bien el juego. Por qué - tanto en el deporte como en la vida- sólo se puede conseguir cuando uno cuenta con argumentos.
Las recomendaciones finales sobre Maestría Emocional (integración de valores) permiten al entrenador/jugador ser capaz de que en cada contexto, esa realidad no le desajuste. Es decir, ser el amo tú circunstancia y no la circunstancia de ti.