Me parece fundamental enseñar a nuestros jugadores que la conservación de balón se hace indispensable en el fútbol actual, para dotar a nuestro equipo de control y dominio sobre el rival en la disputa de un partido o un simple ejercicio de entrenamiento, donde nuestro objetivo será el de someterlos hasta poder encontrar el momento de hacerles daño o conseguir hacer gol.
El problema q se observa en el fútbol base, y también en el fútbol profesional o semiprofesional, es que los equipos intentan combinar o “dominar” pero con ideas y conceptos muy simplistas, donde el único objetivo de la posesión del balón es la realización de pases, de circulaciones de balón de un lado a otro, y de adelante hacia atrás, pero sin el criterio necesario para poder provocar errores y generar espacios en el rival, para poder “hincarles el diente”.
Muchas veces escuchamos a los entrenadores pedir a sus futbolistas que circulen el balón de un lado a otro, o que intenten buscar seguridad en los pases, pero nunca, o por lo menos yo no lo he oído, se escucha a los entrenadores ayudar a sus futbolistas con feedbacks donde estos entiendan el porqué de llevar el balón lejos de rival, alejarles el balón para acumular jugadores en una zona y liberar a jugadores que consideramos más peligrosos, y así, facilitarles una futura participación en el juego ofensivo con más ventaja o en una situación de mayor beneficio para poder hacer daño al rival en espacios de menor concentración de jugadores.