En la moda de querer parecerse al campeón de turno, los entrenadores de los distintos equipos de las diferentes categorías se esfuerzan por emular a aquellos colegas que alcanzaron el trono del vencedor.
Sin embargo, la pretensión, en la mayoría de los casos, queda en un esfuerzo improductivo por dos razones fundamentales:
1. La falta de contextualización, es decir, el querer aplicar lo observado en un lugar distinto sin que previamente se hayan distinguido los conceptos que pueden o no implementarse.
2. El escaso conocimiento de la profundidad de los argumentos futbolísticos de los clubes a los que se trata de plagiar.