La realidad es que se juega como se entrena, pero ¿es eso lo que realmente buscamos? Lo lógico es entrenar como se pretende jugar. ¿Cuántas veces hemos visto a equipos, de cualquier categoría, entrenar en situaciones reducidas y después vivir del juego directo fin de semana tras fin de semana? ¿Cuántos entrenadores se dedican a pedir a sus jugadores que realicen cosas durante el partido que no se han trabajado en los entrenamientos? Los hábitos, las conductas, los automatismos que se trabajan durante la semana será lo que aflore el fin de semana.