El emplazamiento inicial de los jugadores del Cholo Simeone fue un 1-4-4-2. Orientaban la construcción de acciones de ataque del equipo blanco mediante disuasiones hacia zonas favorables (bandas), para favorecer la recuperación de balón. Esta presión solía ser en bloque alto y, como apreciamos en los fotogramas, guiando a equipo rival hacia las líneas de banda. Atacaban permanente a poseedor y receptores potenciales. Evitaban recepciones cómodas y eficaces. Consecución de ventajas numéricas y posicionales alrededor del portador del balón.
Destacar que se sienten cómodos actuando cerca de su portero, por lo que priorizan la profundidad defensiva en todo momento. Tratan de disuadir líneas de pase sobre jugadores cercanos al eje longitudinal.