Hablamos en esta edición de una de las selecciones más emblemáticas, clásicas y punteras del panorama internacional futbolístico, hablamos… de Argentina.
La pasión con la que se vive nuestro deporte en este país es de igual manera su virtud y su defecto. La pasión, bien canalizada, les aporta un componente de motivación extraordinario, un hambre que en el fútbol como en la vida, te caracteriza como ganador, te vuelve competitivo, te rodea de un aura de gloria y te nutre de confianza, personalidad y orgullo. Todas estas grandes virtudes si son mal enfocadas pueden volverse contra ti, en forma de presión, responsabilidad, y escasa paciencia.