El fútbol es un deporte jugado por humanos, y humanos son los fallos. Así se ha sustentado el fútbol durante todos estos años, anclado en una hetera tradición que se ha negado a avanzar.
La polémica sobre una decisión arbitral ha tenido graves consecuencias, pero al final englobaba al juego y, por supuesto, los medios. Son muchos los periodistas y directores de periódicos que defienden que la polémica ayuda a vender.