Las organizaciones, como entidades vivas, son susceptibles al cambio. Los cambios, las transformaciones originadas, tienen su origen en la modificación de las interacciones.
En fútbol, el patrón de organización, junto con las propiedades del adversario, le asigna las propiedades al juego y las posibilidades del mismo. La entrada de determinados elementos, jugadores, en sustitución de otros, las alteraciones provocadas por las regularidades de los rivales, generan adaptaciones que truecan la imagen futbolística de los equipos.