Editorial de la Edición 119
- Oscar Cano / Entrenador Nacional Nivel III R.F.E.FKROOS, ASENSIO, ISCO, BARÇA Y REAL MADRID
Se unen en el tiempo, cruzando sus trayectorias dos hechos cuanto menos curiosos.
F. C. Barcelona y Real Madrid tomaban decisiones para tratar de mejorar sus equipos y ocupar la cúspide del fútbol mundial.
Uno atendía a lo inminente, tratando de mantener la competitividad, mientras que el otro, buscando también lo urgente, atendía simultáneamente, no se si de forma planificada, a construir un equipo de ensueño.
Por otra parte, el desembarco de determinados perfiles en las dos plantillas ha ido condicionando, como no podía ser de otra manera, el estilo futbolístico de ambas casas.
Fichar a Neymar y Luis Suárez te garantiza soluciones infinitas en el desequilibrio y en el área.
Incorporar a Kroos, Isco y Asensio certifica que la pelota pasará a obedecerte aunque en las sesiones preparatorias no se prepare nada.
La fisionomía del Barça mutaba a la velocidad de la del Real Madrid.
Luis Enrique, metódico por naturaleza, construía razones para que los azulgrana sacaran partido a las cualidades de sus hombres, mientras la llegada de Zidane y el desplazamiento de Cristiano Ronaldo hacia el punto de penalti, más, porque no decirlo, las continuas lesiones de Bale, han hecho del Madrid un conjunto que empieza a dominar a través de la pelota.
Ambos gigantes del fútbol se iban auto-organizando en base a las capacidades de los que coincidían en las alineaciones para morderse en la yugular y así merecer el trono.
No se qué hubiese pasado, porque es indemostrable, si en la captación del talento, el Barça hubiese apostado por Asensio, Kroos e Isco como esos elementos capaces de asegurar la dura transición tras la marcha de Xavi Hernández.
Establecer el número de títulos que hubiesen conquistado es tarea absurda. Lo que también es irrebatible es que los blaugrana han ganado mucho sin ellos.
Lo que si podemos imaginar es que durante los próximos años el Real Madrid, en caso de querer hacerlo, podrá seguir siendo un club altamente competitivo teniendo como eje lo que pueden componer sobre el césped varios de los mejores centrocampistas del momento
F. C. Barcelona y Real Madrid tomaban decisiones para tratar de mejorar sus equipos y ocupar la cúspide del fútbol mundial.
Uno atendía a lo inminente, tratando de mantener la competitividad, mientras que el otro, buscando también lo urgente, atendía simultáneamente, no se si de forma planificada, a construir un equipo de ensueño.
Por otra parte, el desembarco de determinados perfiles en las dos plantillas ha ido condicionando, como no podía ser de otra manera, el estilo futbolístico de ambas casas.
Fichar a Neymar y Luis Suárez te garantiza soluciones infinitas en el desequilibrio y en el área.
Incorporar a Kroos, Isco y Asensio certifica que la pelota pasará a obedecerte aunque en las sesiones preparatorias no se prepare nada.
La fisionomía del Barça mutaba a la velocidad de la del Real Madrid.
Luis Enrique, metódico por naturaleza, construía razones para que los azulgrana sacaran partido a las cualidades de sus hombres, mientras la llegada de Zidane y el desplazamiento de Cristiano Ronaldo hacia el punto de penalti, más, porque no decirlo, las continuas lesiones de Bale, han hecho del Madrid un conjunto que empieza a dominar a través de la pelota.
Ambos gigantes del fútbol se iban auto-organizando en base a las capacidades de los que coincidían en las alineaciones para morderse en la yugular y así merecer el trono.
No se qué hubiese pasado, porque es indemostrable, si en la captación del talento, el Barça hubiese apostado por Asensio, Kroos e Isco como esos elementos capaces de asegurar la dura transición tras la marcha de Xavi Hernández.
Establecer el número de títulos que hubiesen conquistado es tarea absurda. Lo que también es irrebatible es que los blaugrana han ganado mucho sin ellos.
Lo que si podemos imaginar es que durante los próximos años el Real Madrid, en caso de querer hacerlo, podrá seguir siendo un club altamente competitivo teniendo como eje lo que pueden componer sobre el césped varios de los mejores centrocampistas del momento
