Luka Modrić nació en la ciudad adriática de Zadar, en la entonces Yugoslavia. Cuando era pequeño, él y su familia fueron desplazados durante la Guerra croata de Independencia, debiendo vivir en hoteles en compañía de otros refugiados.
El abuelo de Luka Modrić y otros seis civiles ancianos fueron ejecutados por los rebeldes serbios en diciembre de 1.991 en el asentamiento de Jesenice y sus casas fueron quemadas.