Los jugadores del Real Betis no buscan su lugar para jugar, sino que encuentran su ser, es decir, hallan la manera más trascendente de relacionarse. En fútbol, únicamente se puede descubrir la independencia en la calidad de la interdependencia. Tal y como dijo José Antonio Marina, “no existen inteligencias aisladas”. Somos seres sociales, transformadores de esos contextos que educan nuestras intervenciones.
En definitiva, somos desde la interacción. Reconocer y admitir las diferencias para poder formar en ellas, y desde ellas, dinámicas fluidas debería ser la principal tarea de un entrenador competente.