Se enfrentan el equipo A y el equipo B (planteles en igualdad de capacidad). 1-0 gana el equipo A. La mayoría de las personas elegiría el equipo ganador sin importar el merecimiento. Digo merecimiento, no justicia. Utilizar la expresión justicia es demasiado fuerte. La realidad es que muchas veces el resultado final no revela la verdadera historia de lo acontecido en el partido; puede ganar quien no lo merece.