Comienzo esta editorial, recomendándoles no perderse el artículo que ha escrito este mes nuestro colaborador habitual Alex Couto sobre los distintos puntos de vista desde los cuales se puede observar el fútbol.
En dicho artículo, el autor nos habla de los diferentes prismas de cómo el fútbol puede ser percibido. La visión de un entrenador, la de un directivo, la del jugador y la de un periodista son totalmente diferentes.
Todos ellos tienen una visión diferente de lo que acontece en el juego. Y en la publicación de nuestro prestigioso colaborador podréis desgranar cada una de ellas.
Solo pretendo centrarme en la del entrenador, e incluso en la del entrenador analista que hoy en día se ha convertido en los ojos y cerebro ayudantes del técnico principal.
Muchos entrenadores consideran que es una pérdida de tiempo el mirar y ver al rival, en definitiva, el realizar un análisis profundo de su oponente. Ese análisis exhaustivo nos permitirá conocer y detectar comportamientos tácticos tanto en defensa como en ataque que serán indicadores de cómo un entrenador debe neutralizarlos y combatirlos. O lo que es lo mismo, una gran ayuda para diseñar el plan estratégico-táctico para cada partido.
Por eso no se entiende ese desprecio a mirar, ver, observar y analizar al equipo contrario. Cuanto mayor sea el conocimiento del rival, mayores posibilidades y probabilidades de derrotarlo.
Siempre he manifestado que no se puede ser analista en fútbol sin ser entrenador. El conocimiento profundo de los principios tácticos defensivos y ofensivos, así como el dominio de los conceptos tácticos, es una condición o cualidad indispensable en el analista para poder dar el primer paso fundamental: entender el juego.
A la hora de ver y analizar al equipo rival deben diferenciarse tres tipos de análisis.
El primero de ellos es el análisis previo, es el que debemos realizar antes del partido y mediante el visionado de partidos anteriores bien sea mediante video o en situ.
El número de partidos a visionar nunca debe ser limitado, es importante encontrar cualquier comportamiento táctico que se pueda esconder en cualquier partido del rival, hay muchos analistas que ponen como norma el visionar los tres o cinco últimos partidos y eso creo que no es correcto.
El paso siguiente será el análisis durante el partido. Hoy en día el análisis en directo es una ayuda fundamental para el entrenador durante el desarrollo del juego. La visión que tiene el analista desde su posición es superior a la que puede percibir el entrenador desde el banquillo. Lo más importante será observar que el plan diseñado sigue el guion adecuado.
El tercer paso es el análisis postpartido, donde se desgranará en mayor parte a nuestro equipo y su actuación en el partido jugado.
Sin obviar el comportamiento del oponente, debemos comprobar que el análisis previo fue el correcto, y que no nos sorprendió el planteamiento el rival.
En fútbol se gana o se pierde por el más mínimo detalle, seguramente muchas veces habréis escuchado la frase
no es lo mismo oír que escuchar, ni lo mismo mirar que ver, pero en fútbol para poder ver primero está el conocimiento del juego, sino solo nos limitaremos a ver.
Del resto de visiones, se encarga el artículo de Alex Couto, no os lo perdáis.