Los grandes cambios tácticos en la historia del fútbol solieron coincidir casi siempre con la variación de la regla del fuera de juego. En los años 70, el fuera de juego paso de ser una simple regla del juego a una verdadera arma táctica, utilizada por los belgas y por los holandeses para anular las armas ofensivas de los adversarios. Gracias al uso sistemático de esta táctica, unido al talento de los propios jugadores, equipos con poca tradición hasta el momento, como el Anderlecht y el Brujas, consiguieron adquirir resultados sorprendentes en las competiciones europeas.