Messi ha driblado el debate con Maradona como si fuera un defensa cualquiera: de manera veloz y certera. El jugador del Barcelona no es el heredero de Diego. Messi ya es mejor que él.
Es el Dios del fútbol. La exhibición del argentino ante el Arsenal en la Champions entró de lleno en el ideario de la historia del fútbol: el gol de Pelé (ese que no consiguió a pesar de todo), la volea de Zidane en la final de la Champions, la espuela de Cruyff ante el Madrid, el gol de Maradona ante Inglaterra en el Mundial 86, el taconazo de Di Stéfano
y los cuatro goles de La Pulga al Arsenal. Seguramente, me deje muchísimos más detalles y golazos en el tintero, pero ninguno de ellos se acerca a los que hizo Messi ante los ingleses. Y es que Messi es mucho Messi. Tanto, que el Fútbol Club Barcelona bien podría llamarse Fútbol Club Messi.
Un día Charly Rexarch, su descubridor, me comentó en una entretenida charla que Messi tiene muchas virtudes, pero por encima de todos "es un jugador que escucha más que habla". Un ídolo modesto. No obstante, poco queda ya de aquel pequeño jugador que llegó a La Masia cuando apenas levantaba un palmo del suelo y con problemas de crecimiento. Una década después, Messi, que firmó su primer contrato de azulgrana en una servilleta, va camino de convertirse en el mejor jugador de la historia del fútbol. El tiempo, juez inestimable, dictará sentencia.
El azulgrana lo tiene todo para ello: una velocidad endiabla, un regate mortal, visión de juego y gol, mucho gol. En definitiva, como ya les pasó al propio Maradona, Cruyff, Di Stéfano o Pelé, el azulgrana es un jugador adelantado a su época. Además, el azulgrana está rodeado por un gran equipo, tal vez el mejor Barcelona de la historia. Lejos queda el Dream Team de Cruyff comparado con éste. Si el mes pasado escribía que Guardiola no estaba utilizando todos los recursos del equipo, un mes después me toca rectificar. Pep se ha dado cuenta de que necesita a todos para volver a repetir éxito.
Bojan y Touré entran en el equipo. Maxwell hace de Abidal sin problemas. Keita suple a Iniesta con garantías y Pedrito ha hecho olvidar a Henry. Pero el que no tiene recambio es Messi. Ninguno será capaz de suplir al mejor jugador del mundo en la actualidad. Guardiola lo sabe y le dosifica a su manera: jugando todo. Y es que Messi es un crack del fútbol que disfruta con el fútbol.
En la retina de todos quedarán sus cuatro goles al Arsenal, pero no hay que olvidar el mes perfecto de Messi. Tres goles al Zaragoza, tres al Valencia, baile ante el Sttutgart en los octavos de la Champions y una infinidad de cambios de ritmos, gambeteos y pases que rozan la perfección. El diez, el número que viste y calza la estrella culé. A buen seguro, Maradona, que odia las comparaciones, se estará retorciendo en su trono de D10S del fútbol argentino. "Messi seguramente será titular en el Mundial", afirmó Maradona tras el hat-trick del pibe del Barcelona ante el Zaragoza. Increíble.
Esperamos que el seleccionador argentino viera la exhibición de Messi ante el Arsenal para despejar todas sus dudas. Y es que el debate no admite vacilaciones. Maradona fue grande, pero Messi, sin duda, lo es más. ¡Viva el nuevo D10S del fútbol!