El fútbol español seguirá teniendo a Luis Suárez como único Balón de Oro. Una pena, ya que con Iniesta y, sobre todo, Xavi parecía que se iba a acabar el gafe en este galardón. Pero la FIFA es así. Justa para unos e injustos para otros, casi siempre para nuestros intereses. Nadie duda de que Messi es el mejor jugador del mundo, pero el 2010 no ha sido su año. Ha sido el año de Xavi, líder en el Barcelona y la selección española, los dos mejores equipos del momento. Si hacemos caso de los números del argentino esta temporada podríamos decir que él también se merecía el Balón de Oro. 58 goles en 54 partidos.
No hay duda de que sus goles, por bellos, han sido los más repetidos en 2010.Claro está, junto al de Iniesta ante Holanda. Sin embargo, Messi ha tenido un gran pero este año: el Mundial. El argentino brilló en los partidos ante Nigeria y Corea del Sur, pero no fue capaz de aparecer en el partido decisivo ante Alemania. La férrea defensa germana le dejó sin las semifinales ante España.
Todo lo contrario que Xavi, que ha mantenido una línea tan regular como brillante en el Barcelona y en el Mundial, donde, a pesar de no alcanzar el nivel de la Eurocopa, sí tuvo momentos brillantes: la asistencia de tacón a Villa ante Portugal, el partidazo ante Alemania
De este modo, la pregunta parece clara: ¿Debería de haber sido el Balón de Oro para Xavi? Luis Suárez no tenía dudas. Yo tampoco. El mítico ex futbolista español afirmó tras el partido del Barcelona ante el Deportivo que el trofeo lo tenía que ganar Xavi. Razones no le faltaban. Y es que, sin quitar méritos a Messi e Iniesta, este Balón de Oro, además de premiar un gran año, ha perdido la oportunidad de reconocer a un jugador inigualable. Xavi ha sido y sigue siendo el cerebro del mejor equipo del mundo, el Barcelona, y de la mejor selección del mundo, España. Un año redondo para él, pero que se culmina sin un galardón que habría seguido para distinguir también a un futbolista en peligro de extinción.
Pocos centrocampistas como Xavi quedan ya en el fútbol actual. Todos los equipos desearían tener un Xavi en su equipo. El Atlético, por poner un ejemplo, lo lleva buscando desde hace años. El Madrid parece tener lo más parecido posible: Xabi Alonso. Mientras tanto, los grandes de Europa apuestan por el músculo y la fuerza para suplir la falta de un cerebro: Manchester, Chelsea, Inter
. Muchos dirán que Cesc también puede a llegar a ser Xavi, pero el del Arsenal es mucho más un llegador que un planificador del centro del campo. Todo, por otro lado, esto lo convierte en un componente ideal para Xabi Alonso en el Madrid. De ahí que Mourinho haya pensado en él para la próxima temporada.
Otro de los grandes jugadores destacados de 2010 ha sido Cristiano Ronaldo. Ha quedado en un segundo plano por el éxito del Barcelona, pero sus 60 goles en 61 partidos lo dicen todo. Una barbaridad para un siete que en la mayoría de las ocasiones juega de nueve. El luso se ha convertido en un killer del área y eso levanta asperezas y odios en campos contrarios. Me sorprende que un jugador como Cristiano levante tantas asperezas. En Getafe, donde fue testigo directo, Ronaldo fue increpado y pitado hasta la saciedad por la afición azulona, de la que muchos dicen que es muy blanca. Mourinho, Balón de Oro 2010 al mejor entrenador (este sí me parece algo más justo a pesar de que Del Bosque se quede sin premio) también sufrió las iras de la hinchada del Getafe.
El Madrid debería empezar a preocuparse por esta cuestión y analizar por qué provoca tanta crispación entre las aficiones contrarias. Puede que la prensa alimente esta cuestión, pero los mensajes de Mourinho tampoco ayudan a apaciguar un ambiente que a veces roza lo irrespirable. Su celebración polémica ante el Villarreal, su última mourinhada. Tampoco tenemos que olvidar que el luso dijo que el gol de Iniesta lo podría haber marcado un lateral.