El equipo granota ha sido la gran noticia de esta primer tercio de la temporada. Con el menor presupuesto y la plantilla más veterana de la Liga, el Levante, aunque parezca imposible, mandó por encima de Barcelona y Real Madrid. El fútbol español, sin duda, que lo agradeció. Noticias como la del Levante animan una Liga en la que predomina la bipolaridad. Real Madrid y Barcelona siguen ganando sus partidos sin apenas oposición de los rivales. Joaquín Caparrós, técnico del Mallorca, señaló que los partidos en el Camp Nou parece que duran tres horas. Los azulgrana agotan a sus rivales. Muchos futbolistas del Sevilla, tras lograr un empate en Barcelona, señalaron entre bambalinas que parecía que habían jugados dos partidos. El Madrid, por su parte, ya es capaz de controlar todas las dinámicas. Contraataque, fútbol, control
Otra buena noticia. El Madrid, hasta ahora, era capaz de plantarle cara al Barcelona, pero no con sus armas. Ahora el Real Madrid de Mourinho también se anima a tocar más y más. De este modo, el clásico del mes de diciembre se presenta más emocionante que nunca. Esto es mucho, pero también muy poco en una Liga que parece decidida por arriba cuando sólo hemos llegado al mes de noviembre.
¿Cómo se acaba con esto? José María del Nido, presidente del Sevilla, lo intenta a su manera. El máximo mandatario del club hispalense apuesta por un reparto igualitario de los derechos televisivos. Difícil por no decir imposible. Real Madrid y Barcelona mandan en las televisiones y el resto de clubes tienen unos contratos firmados. La otra vía que se abre es la de una posible Liga europea. Algo que no arreglaría mucho. Real Madrid y Barcelona también se han paseado en la primera fase de la Liga de Campeones. Los grandes equipos son los que son. El Manchester United, el Chelsea y ahora el City, que con dinero ha conseguido meterse entre los grandes. El Bayern de Múnich también podría crear algún problema, pero para ello necesita a Robben y Ribéry al cien por cien. Algo hasta ahora imposible. Inter y Milan, por su parte, tienen la grandeza de su nombre, pero están en permanente descenso. Mourinho fue capaz de cambiar el rumbo de los interistas, aunque fueron dos años buenos en medio del desierto. Se fue el luso y se acabó la magia. Por otro lado, del primer panorama europeo han desaparecido equipo como la Juventus. Los de Turín siguen tratando de recomponerse tras su paso por la Serie B. La inauguración de su estadio les ha ayudado, pero todavía queda un mundo para que sean la Juventus de finales de los noventa. Así que la Liga europea tampoco parece la solución para acabar con el poderío de los nuestros. A corto plazo puede que resulte, pero a largo plazo interesa tener una Liga española potente y en la que equipos como Valencia o Atlético de Madrid puedan llegar a las últimas jornadas con opciones de pelear la Liga.
Hablando de la Juventus, a uno se le viene a la cabeza Del Piero, quien anunció hace unas semanas su retirada el próximo verano. Pinturicchio es un one club men, es decir, uno de esos jugadores que han pasado toda su carrera en un mismo equipo. Giggs también hará lo mismo. Otros sin embargo no tuvieron la misma salida. Ese fue el caso de Raúl. El máximo goleador en la historia blanca se negó a acabar su carrera en el Santiago Bernabéu jugando los últimos minutos de cada partido y relegado a un segundo plano. Es otro modo de ver la vida, dirían algunos. La apuesta alemana ha sido un éxito para el 7, a quien ahora siguen varios equipos de la Premier League. El fútbol, como la vida, siempre tiene viajes de ida y vuelta. En el Levante hay varios ejemplos. Raúl ya no volverá al Madrid para seguir marcando goles, pero muchos si le esperan como el Guardiola blanco. Eso, sin duda, también sería un soplo de aire fresco.