En el siguiente artículo hablaremos de uno de los aspectos que más suele imponer a los jóvenes guardametas: el juego aéreo. La tendencia de los porteros en estas edades es quedarse bajo los palos, que es el terreno que dominan y en el que se sienten más seguros. Para poder revertir esta situación deberemos, en primer lugar, dotarlos de una solvencia técnica para afrontar este tipo de acciones y, en segundo lugar, llevarlos al convencimiento de que intervenir sobre un balón aéreo es evitar un hipotético remate, que puede que logren detener o no.
En éste y en otros aspectos del juego debemos concienciar a nuestros pupilos que siempre es mejor prevenir un incendio que apagar un fuego.