La púrpura que rodea a muchos entrenadores no nos deja ver muchas veces el gran trabajo de otros. Ellos no aparecen en los medios, no alzan la voz en busca de excusas. Tampoco intentan estar por encima de sus jugadores. No importa los mimbres, siempre hacen una buena cesta. Con buenos, regulares y malos jugadores. Pocas veces tienen hueco en los medios, en las opiniones de los expertos en fútbol. Desde aquí toca reivindicar su trabajo.
Uno de ellos es Joaquín Caparrós. El de Utrera es capaz de llevar al máximo a sus equipos. Además siempre deja grandes herencias. Construyó el Sevilla que más tarde levantó dos Europa Leagues. Lo mismo ocurrió con el Athletic, al que Bielsa, obviamente no se le puede restar méritos al argentino, ha terminado de dar forma. Los 'leones' volvieron a ser leones con Caparrós en el banquillo. El año pasado volvióa España después de un extraño paso por el Neuchatel suizo. El Mallorca, lleno de problemas económicos, se ha convertido en un equipo cien por cien del estilo Caparrós: fuerte, rápido y temible al contragolpe.
Otro nombre que me viene a la cabeza es el Manuel Pellegrini. El debate sobre su capacidad existe tras su paso por el Real Madrid. Hay una teoría en la casa blanca que dice que al técnico chileno le faltó un año en el Madrid. Otros indican que no estaba preparado para una empresa como la dirigir al equipo blanco. El balance de Pellegrini en el Madrid fue un segundo puesto en la Liga con 96 puntos, un trastazo en la Copa del Rey y una eliminación en octavos de la Champions ante el Lyon. A pesar de todo, no tardó Pellegrini en encontrar acomodo en otro equipo. Recogió al Málaga en el año 2010 con la intención de salvarlo. Lo hizo sin problemas. El año pasado, con nuevos y mejores jugadores, Pellegrini metió al equipo andaluz en Champions por primera vez en su historia. El Ingeniero, como ya hizo con el Villarreal, ha llevado a lo más alto a un equipo de perfil bajo. Su asignatura, tal vez, sea demostrar todo lo que tiene en un grande.
Y hablando de Champions no podemos obviar el temible grupo que le ha tocado al Madrid. Dortmund, Manchester City y Ajax. Dos potencias en crecimiento y un histórico venido a menos. Más fácil lo tendrá el Barcelona y el Valencia, que se verá con el Bayer de Múnich de Javi Martínez. Al Málaga, mientras, le ha tocado el Milan. Un gigante que intenta volver a levantarse. Europa debe ser de los nuestros.