Hemos alcanzado el ecuador de la liga y todavía queda mucho trabajo por delante. Algunos equipos han superado las expectativas, unos van consiguiendo sus objetivos y para otros las cosas no han salido como esperaban.
En cualquier caso y con independencia de la urgencia, para mejorar siempre hay que llevar a cabo ajustes y atreverse a cambiar; y esa dosis de “valentía” en muchas situaciones es difícil de alcanzar.