Partimos de la idea de que la Técnica del Fútbol es un arte, entonces debemos respetar la forma de interpretarla por parte del joven jugador, corrigiendo lo imprescindible, (para no aburrirle), pero potenciando todo su repertorio de características técnicas con las cuales nació.
El joven jugador, es un imitador de todo aquello que ve, y que más le gusta. Sobre todo adora a su ídolo, del cual sacará un amplio bagaje en su forma de llevar a cabo la realización de los gestos o acciones técnicas, incidiendo en todo aquello que llame su atención. Desde el punto de vista del entrenador-educador, debemos permitir y mejorar, al mismo tiempo, todas sus decisiones gestuales, además de otras que son inherentes a las propias acciones del juego. Todos los jóvenes tienen derecho a jugar su deporte preferido, no discrimines a ninguno, pero piensa que no todos están dotados con todas las soluciones de la problemática que radica de la propia competición.