En su perfil en una conocida red social, Lionel Sebastián Scaloni (Pujato, Argentina, 16/05/1978) se define como un “luchador” y un “trabajador incansable del fútbol”. La descripción no puede ser más acertada. Leo aterrizó en Europa con apenas 19 años; quince después, su carrera en el Viejo Continente continúa instalada en la elite. Ha probado las tres grandes ligas (España, Inglaterra e Italia), ha conquistado títulos y aún ha tenido tiempo de disfrutar como futbolista internacional. Es campeón del Mundo sub20 y fue mundialista absoluto con Argentina en Alemania 2006. Scaloni ha sido y es un jugador de fuerza y sacrificio, de auténtica raza, de aquellos que logran transmitir su beligerante carácter a sus compañeros y a todo un estadio si es preciso.
Quizá el paso del tiempo, la experiencia y el contacto con entrenadores como Pekerman, Bielsa o Irureta le hayan dado temple; pero la pasión por este deporte todavía se palpa en cada una de sus palabras, cuando habla del pasado, de una trayectoria envidiable; o cuando habla del futuro, tan enganchado al fútbol como aquel joven que debutó en Primera con Newell’s hace casi dos décadas.