El fichaje de un futbolista es una apuesta en la que se gana, se pierde o a veces se empata. Lo cierto es que si no sale bien, suelen ser operaciones que en términos económicos son costosas para los clubes. Villa, Ibrahimovic, Huntelaar y un extenso listado de jugadores son ejemplo de ello. Por otro lado, si no suman ni restan su contratación también es un fracaso, bien por la suma implicada, o por la cantidad de recursos invertidos en términos de tiempo y trabajo (viajes, elaboración de informes, análisis, negociaciones, etc.). En todo caso, dada su complejidad, el scouting de futbolistas debe ser un proceso en continuo desarrollo dentro de la gestión deportiva de todo club.