En febrero de este año casi 400.000 españoles habían emigrado fuera desde el comienzo de la crisis. El fútbol, mal o bien, hasta ahora se mantenía ajeno a hacer las maletas y buscarse la vida fuera. Nada que ver con lo ocurrido este verano. Como nos comenta Ayoze, quien se ha ido a Nueva York, no hay hueco para todos. Cierto, pero de lo que menos hay es dinero. Los clubes viven en economía de guerra, donde importa más cuadrar las cuentas que meterse en Champions League. Así ha pasado el verano el Valencia, que cada año pierde a su jugador franquicia: Mata, Silva, Villa y ahora Soldado. Lo mismo que el Atlético, quien ha cambiado a Falcao (60 millones de euros) por Villa (2,1 millones el primer año, 2 el próximo y 1 si sigue hasta la tercera temporada). Y más de lo mismo en Sevilla. Jesús Navas y Negredo se han marchado al City y, de paso, han dejado casi 50 millones de euros. Sus sustitutos serán más jugadores, pero con un precio reducido, poco más de 10 millones. No queda otra. El fútbol vivió demasiado tiempo instalado en una burbuja que ha explotado de manera dramática. La Liga, lo queramos o no, es menos interesante. La clase media, como ocurre fuera de los estadios, está en peligro de extinción. Mientras, la clase alta (Barcelona y Madrid) no para de crecer y acrecentar las distancias. El guion volverá a ser Madrid contra Barcelona o viceversa. No queda otra: o te buscas la vida fuera o te toca sobrevivir en España.
Lo mejor de todo esto es que el balón ya ha echado a rodar. Ya no se hablará tanto de crisis y sí de fútbol. Cierto alivio al menos. Al margen de los números, la pretemporada que hemos dejado atrás ha sido extraña, como que algunos jugadores (los internacionales) sólo hayan tenido 20 días para preparar una temporada que comienza ahora y acaba en julio con el Mundial (luego habrá quejas y críticas si vemos un campeonato donde los jugadores apenas pueden echarse dos carreras seguidas). También ha sido una pretemporada muy triste, marcada por la baja de Tito Vilanova. El entrenador del Barcelona decidió que era mejor apartarse del banquillo para luchar al cien por cien en el que será el partido de su vida. Tito, quien se ha ganado todo a base de un gran trabajo, volverá, estoy seguro. #Ànims Tito!
Pero lo que nadie olvidará será el accidente de tren en Santiago de Compostela, que también ha tocado al fútbol de manera directa (Juan Domínguez, jugador del Deportivo, perdió dos familiares) e indirecta (el Santiago Futsal conoció la noticia en el Mundial de clubes celebrado en Kuwait). Los equipos, como siempre en este tipo de situaciones, no han sido ajenos a tanto dolor intentando estar cercar de las víctimas de un trágico accidente que nos ha dejado marcado de por vida a todos. También al equipo de Fútbol-Táctico, que desde estas líneas quiere mandar todo el apoyo a los familiares y amigos de las víctimas.