El fútbol es uno de los deportes más practicados en todo el mundo (Delfico AJ 1998), tanto a nivel profesional como a nivel semiprofesional, siendo el 90% de los que lo practican hombres (FIFA 2008).
La práctica del fútbol conlleva un aumento del riesgo de lesionarse, siendo el ligamento cruzado anterior de la rodilla una de las lesiones más graves. Esta lesión conlleva un largo periodo de inactividad en el futbolista y un alto coste económico tanto personal como para el equipo (Gottlob CA 2000, Yu B 2007).
La lesión del LCA en hombres es de 1,3% de todas las lesiones del equipo, mientras que en las mujeres se multiplica por 3 la incidencia de esta lesión. (Renstrom P 2008, Arendt EA 1999).