A Patricia González (Madrid, 10/XII/1987), la pasión por el fútbol le ha hecho ir deprisa. No tuvo más remedio que dejar de jugar muy pronto por culpa de las lesiones, pero en realidad ese contratiempo no hizo más que acelerar su inevitable aterrizaje en los banquillos. Devoró velozmente los cursos precisos para conseguir su carnet de entrenadora, complementando sus estudios de INEF y Magisterio de Educación Física.
Y ya dirigía al ‘B’ del equipo femenino del Rayo Vallecano cuando, a más de 4.000 kilómetros de casa, surgió su gran oportunidad. Porque Patricia ya vivía por y para el fútbol en España, pero la Asociación de Federaciones de Fútbol de Azerbaiyán le ofreció lo que nadie podía darle en su país: vivir del fútbol.