Si hablamos de coches, todo el mundo destaca la fiabilidad alemana. Y en tecnología los japoneses marcan la pauta. Lo mismo ocurre con los relojes, donde los mejores son los suizos. Al fin y al cabo son marcas, sellos que cada uno identifica con un país, con una bandera. La de España se ha convertido en sinónimo de calidad en el fútbol mundial. La prueba de ello lo tenemos en nuestra sección Españoles por el mundo. Es cierto que la crisis nos ha mermado, pero mirando el lado positivo de las cosas, también ha servido para que el jugador y entrenador español (poco aventurero) se abra camino. Uno de los últimos ejemplos es Miguel Ángel Portugal, al que entrevistamos hace unos meses en esta sección. El técnico burgalés salió del Racing de Santander hastiado por los problemas administrativos. Con poco futuro en España (la demanda de entrenadores es muy alta y la oferta es muy poca), a Portugal no le quedó otra que salir fuera, nada más y nada menos que a Bolivia, en una decisión valiente. El trabajo le ha recompensado. Tras ganar la Liga con Club Bolivar, Portugal es ahora entrenador del Atlético Paranaense, uno de los nuevos grandes de Brasil (por cierto, si queréis saber cómo le va echadle un vistazo al número de este mes de FT MAGAZINE).
Pero España no sólo exporta a los principales protagonistas: jugadores y entrenadores. También lo hace con su modelo. Un fútbol que se intenta imitar desde Alemania, un país donde el vértigo y el físico lo dominaban todo, hasta China, donde los niños del fútbol base vienen a nuestro país para formarse como jugadores a través del Programa WANDA. Ahora la pelota manda, y ésta es de España en los últimos tiempos.
Valeri Karpin también se ha propuesto llevarlo hasta Rusia. Es su idea de juego, el modelo Karpin, que busca conjugar pinceladas del mejor Ajax, del Barcelona de Guardiola, de la Selección española y de su etapa como jugador. La mezcla, a priori, tiene muy buena pinta, aunque queda mucho trabajo por delante. Por si acaso, Karpin se ha rodeado de un nutrido cuerpo técnico formado por españoles. Ellos ponen el acento en el esquema de juego.
Sin embargo, y aunque estamos en un momento irrepetible para el fútbol español, lo que no se podrán repetir en el futuro son futbolistas como Puyol. El corazón del Barcelona y de la Selección. El gran capitán anunció a principios de este mes su marcha del Barcelona al final de la temporada. Se va derrotado por las lesiones, pero no por los contrarios. Su estela deja un sinfín de títulos y momentos inolvidables, todos llenos de pundonor. Y es que Puyi, literalmente, es uno de esos jugadores que se ha dejado la cara por el Barcelona y la Selección. Podrán venir más e incluso mejores centrales en el futuro, pero ninguno será como Puyol. Sin él La Roja se nos destiñe un poco.