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Editorial de la Edición  88
Por Hector García Salido
Redactor Jefe de MínimoSport.


De la cantera…a la cartera.

Luis Suárez, Rakitic, Bravo, Ter Stegen… No hace mucho que los periódicos catalanes titulaban orgullosos eso de ‘cantera contra cartera’ en las comparaciones con el Real Madrid. Mientras los blancos fichaban estrellas por auténticas millonadas (Kaká, Cristiano Ronaldo…), los azulgrana coleccionaban títulos con jugadores de casa. El cenit llegó en la final de la Champions League en 2011 ante el Manchester United, donde el conjunto azulgrana acabó con el encuentro con ocho canteranos: Víctor Valdés, Piqué, Xavi, Iniesta, Busquets, Messi, Pedro y Puyol. Un logro que nadie había conseguido antes. Era el triunfo de La Masía, futbolista campeones de Europa a coste cero. Sin embargo, algo ha cambiado en el Camp Nou en estos dos últimos años. La salida de Pep Guardiola y la posterior marcha traumática de Tito Vilanova lo desmoronó todo. El Barça empezó a pensar de otra manera, fichando jugadores a golpe de talonario, como Neymar, cuyo coste superó los 100 millones de euros. Al mismo tiempo, el club abrió las puertas a varios jugadores de la cantera, entre ellos el brillante Thiago Alcántara, en una decisión que la gente todavía sigue sin entender. Esta temporada esa postura se ha radicalizado con la llegada de Luis Enrique, quien sí ha recuperado a dos jugadores formados en La Masía, Rafinha y Deulofeu, pero formará la base del equipo con jugadores de fuera.

El mejor ejemplo está en la portería. La salida de Víctor Valdés no se ha cubierto con un hombre de la casa, sino con dos porteros de fuera. Uno joven, Ter Stegen, y otro veterano, Claudio Bravo. Una tónica repetida en el medio del campo: salió Cesc, hombre de la cantera, para que llegara Rakitic. Fichajes a los que se añade el de Luis Suárez, con un precio por encima de los 80 millones de euros. Una situación que dibuja un Barcelona muy diferente al del pasado. Si ahora mismo hiciéramos un once inicial para la próxima temporada, sólo Piqué, Iniesta, Busquets y Messi (Jordi Alba sí salió de La Masía, pero se formó como futbolista en el Valencia) estarían en el once inicial. Es decir, de los ocho canteranos de la final de Wembley hace tres años a los cuatro de ahora. Una cifra que le iguala a equipos como el Real Madrid, al que tanto se criticó desde Barcelona por su política de fichajes.

Pero son los nuevos tiempos que corren en la Ciudad Condal. Una situación que, a buen seguro, perjudicará el futuro de la Selección Española. Y es que el mejor tiempo de ‘La Roja’ coincidió con el mejor momento del Barcelona. Especialmente desde la llegada de Pep Guardiola en 2008. De modo alguno, el entrenador de Santpedor también es bicampeón del mundo: España ganó el Mundial de Sudáfrica con siete jugadores del Barcelona (Piqué, Puyol, Iniesta, Xavi, Víctor Valdés, Busquets y Pedro Rodríguez) y Alemania lo ha hecho también con siete futbolistas del Bayern de Múnich (Neuer, Boateng, Götze, Kroos (ya fuera), Lahm, Schweinsteiger y Müller). Pero no solo cuentan el número de jugadores, también el estilo. España y Alemania siguieron el ‘modelo Pep Guardiola’. Un estilo que a pesar de las críticas que recibió tras la goleada del Real Madrid en las semifinales de la Champions League sigue siendo muy válido (sino el mejor) para ganar títulos.



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Portada Nº 88