La contratación de Luis Enrique, y los primeros pasos dados por el equipo bajo su dirección, promovieron un jugoso debate entre los amantes del fútbol.
Tras la experiencia vivida con el Tata Martino, todos debieron suponer que el asturiano llegaba para poner en orden el libro de estilo y acercar al aficionado las sensaciones tan agradables que desprendía el juego con Pep Guardiola. El público del Camp Nou está educado en unas formas concretas porque los técnicos que han ido pasando por allí se han obsesionado por eternizar y modernizar los conceptos de Rinus Michels o Johan Cruyff.