La línea defensiva de 4 jugadores estará compuesta por dos laterales (izquierdo y derecho) y dos centrales (izquierdo y derecho).
Estos jugadores deben coordinarse a la perfección para evitar situaciones de peligro o amenaza a la portería que defienden, para ello, deberán manejar y dominar la situación teniendo en cuenta las distancias o separación que puede existir entre unos y otros jugadores, favoreciendo así las ayudas o coberturas, también deberán manejar la situación del fuera de juego decidiendo si replegarse o achicar el espacio para dejar al delantero o delanteros en posición antirreglamentaria.
Normalmente el jugador con más capacidad táctica y concentración será el que mande la línea defensiva hablando al resto de sus compañeros y colocándolos para que se minimice el número de posibles errores. El dialogo y la percepción son factores fundamentales. Gran exigencia tanto física como mental.