Hace muchos años, todos más o menos teníamos un familiar o un allegado que estaba de emigrante en Europa o América, todos ellos nos contaban con pelos y señales las dificultades y también los beneficios de trabajar fuera del País, por supuesto todos ellos en un campo laboral distinto al ámbito deportivo.
En el Fútbol Sala, el incombustible VENANCIO ha sido nuestro primer emigrante en la selección Nacional de Guatemala, y quizás ha sido un punto de inflexión para todos los demás por su gran trabajo, y por trasmitir mejor que nadie como funciona la maquinaria de nuestro deporte en España.
Miguel Rodrigo, Pulpis, Sito Rivera y ahora yo, somos una representación de los técnicos españoles que intentamos hacer crecer el Fútbol Sala en Países con diferentes culturas y objetivos también muy diferentes, pero con un denominador común EL RESPETO Y LA ADMIRACIÓN AL FUTBOL SALA ESPAÑOL que tienen todo ellos.
Todos nosotros intentamos progresar a todos los niveles (Selección Absoluta, Selecciones Inferiores, Formación de entrenadores
), e intentando aplicar el modelo ESPAÑOL que tan buenos resultados ha dado a nuestra selección y de la que todos quieren imitar .
El idioma, la cultura, las costumbres, la religión son algunas de las dificultades con las que nos encontramos los emigrantes del Fútbol Sala , pero también nos hemos encontrado con grandes facilidades para trabajar, debido a los medios con los que cuentan (Instalaciones, Recursos, Gestión) , que no en todos los lugares incluso en España nos pueden ofrecer a los técnicos para desarrollar nuestro trabajo .
El éxito y la fortuna de poder dirigir estas selecciones de Europa, Asia y África, forma parte del trabajo de muchos entrenadores españoles que con su trabajo han aumentado el nivel del Fútbol Sala en España.