El hombre
Ancho de hombros y guapo, luciendo una larga, hermosa y rubia melena, Netzer fue el David Beckham o el Cristiano Ronaldo de su época. Un rebelde individualista que vivió como quiso, como el mismo se marcó, como si de una estrella de rock se tratase. Bajo su aura dominante, disfrutó de una vida de lujos, y aunque su extravagancia y su rebeldía molestó a algunos, pero los medios no pudieron hacer mucho por Netzer, que no hacía ningún intento de esconder su amor por los coches rápidos y las bellas mujeres. Si algunas veces hablaba demasiado fuera del terreno de juego, dentro hablaba más y mejor a través de su fútbol. En la década de 1970 Günter Netzer fue uno de los jugadores clave en los grandes clubes de fútbol de Alemania Occidental. Un pasador maravilloso que fue votado dos veces Futbolista Alemán en las temporadas de 1972 y 73.Formó parte del comboinado nacional que levantó la copa del mundo en su tierra natal en 1974. Hay una sensación de que el cambio cultural de finales de los sesenta a los setenta produjo algunos de los mejores jugadores de fútbol instinto que se hayan podido ver, haciendo uso de la libertad para expresarse imperante en esa época, para mostrar su arte junto con una pincelada de rebeldía. Netzer con su melena de pelo largo y rubio fue sin duda un jugador que aportó esa rebeldía regada de talento, y en el Borussia Mönchengladbach tuvo el vehículo perfecto para expresarse. Quizás, muy pocos lo conozcan pero fue el primer jugador alemán en llegar a las filas del Real Madrid. "El Fary Alemán" como le apodaron en el vestuario llegó eclipsado por el fichaje de Johan Cruyff a las filas del FC Barcelona. Aún así, se dice que hay jugadores que son amados por su talento, por su arte y por su habilidad. Luego está Günter Netzer.
El futbolista y el Gladbach
Nació el 14 de septiembre de 1944 en Mönchengladbach, dando sus primeros pasos futbolísticos en las secciones inferiores del equipo de su ciudad natal con tan sólo 8 años,pasando posteriormente al Borussia Mönchengladbach en la temporada de 1963. Durante estos años Netzer combinó el fútbol con sus estudios y a los 18 años alcanzó el título de perito mercantil. La rebeldía imperante en los 70 fue una forma de vida fresca y nueva, una bocanada de aire en forma de barbas y melenas al aire. En esta época aparecieron muchos futbolistas-símbolo, y algunos se aseguraron un sitio en el Olimpo de los que nunca morirán y perdurarán en la memoria de una de las pasiones más extendidas en el planeta tierra.como persona, Netzer fue bastante peculiar, bastante especial, con una perenne disconformidad, rebelde con su larga melena rubia y su actitud desafiante e indisciplinada. Fue una persona abierta y curiosamente poco modesta: "Tengo la capacidad de lograr algo extraordinario durante un partido en circunstancias extraordinarias", afirmó sin reparos. Era consciente de su valía, llegando a mostrarse arrogante, pero por contra, fue admirado por su capacidad de trascender rompiendo los moldes del fútbol de la época. "Yo entiendo que tengo que correr, pero lo hago de mala gana, al menos, sin la pelota", comentaba con cierta sorna. Como futbolista fue uno de los mejores centrocampistas de la historia del fútbol alermán, ya que mezcló perfectamente el individualismo, el talento, la expresión y la sed de sangre fría en pos de la victoria. Su visión de juego y potente disparo llamaban la atención, aunque siempre se le achacó cierta lentitud y excesiva serenidad en sus acciones debido a su envergadura. Su clase sobresalía sobre el resto, poseía una exquisita técnica y un pase largo muy preciso. Mostraba un extraordinario repertorio de pases de todo tipo, maniobraba y cambiaba de sentido con una facilidad pasmosa, por lo que sus asistencias y pases entrelíneas maravillaban a todo aquel que le veía jugar. Enormemente creativo, destacaba su inteligencia futbolística y su veloz análisis del juego para encontrar la mejor opción y ejecutarla con precisión. Fue un creador, siendo original en lo futbolístico y en la vida real, por lo que recibió el apelativo de "Karajan", en referencia al conductor talentoso y carismático de la Filarmónica de Berlín, Herbert von Karajan. En definitiva, Netzer fue un líder de gran carisma para convertirse en uno de los grandes de Alemania. Nuestro protagonista llega al fútbol profesional militando en el FC Moenchengladbach antesde cumplir los 19 años, disputando la segunda división alemana. Anotó en su debut contra el Rot-Weiss Oberhausen, y Netzer pronto alcanzó la estabilidad y la titularidad en el equipo. La siguiente temporada, con Hennes Weisweiler dirigiendo y con un conjunto con una media de edad de 21 años y medio, se armó un equipo en la que la libertad en el juego, y con un estilo arrogante, Netzer encontró la horma de su zapato.Su buen hacer hizo que fichara por el Borussia en 1963, el mismo año de la creación de la Bundesliga como tal. Dos temporadas más tarde se produjo el ascenso a la élite del fútbol teutón. Tras varias temporadas donde el equipo obtuvo la tercera plaza, en 1970 conseguirían el primer título liguero de su historia. El equipo de Weisweiler jugaba de forma muy ofensiva y necesitaba un creador, un cerebro, alguien diferente, y ahí estaba Netzer. Él no necesitaba correr, hacía correr al resto y tenía a dos estiletes a sus lados que hacían la labor defensiva por él cuando se incorporaba al ataque. Se transformó en un líder calculador y de sangre caliente. Su rebeldía era una actitud, una pose de la época que aprovechó mediáticamente para ganarse el cariño de la gente. Así, el líder del Borussia Mönchengladbach que disputó los títulos al dominador de aquel entonces, el Bayern de Munich, y llegó a anotar 108 goles en cerca de 300 partidos adjudicándose dos títulos ligueros consecutivos en 1970 y 1971. En la temporada siguiente, consiguieron, bajo la batuta de Netzer, ser subcampeones de la Copa de la UEFA y la Copa de Alemania ante el Colonia. Precisamente en esta final de Copa se da una de las mejores anécdotas de nuestro protagonista. Ya se había anunciado su marcha al Real Madrid en cuanto acabara la temporada, y antes del encuentro, Weisweiler le notifica que no jugará de titular, diciendo a la prensa que no lo haría por una lesión en el pie. Netzer hizo amago de irse, pero sus compañeros le pidieron que se quedara... y accedió. Al descanso y con empate a uno, el técnico le pide que entre a jugar, pero Netzer se negó y se quedó acostado en el césped en uno de los momentos más emblemáticos del fútbol alemán. Ya en la prórroga, Christian Kulik, muy cansado se acerca a pedirle agua, y es entonces cuando Netzer le preguntó: “¿no puedes más?”. Kulik le replicó que ni siquiera podía tenerse en pie. Netzer se levantó poco después se quitó la chaqueta y se enfiló camino a Weisweiler. “Ahora sí voy a jugar” le dice, pidiendo y él mismo el cambio. Kulik se marcha y Netzer entra al terreno de juego.Tres minutos más tarde y dos toques después, Netzer se convierte en "eterno", mandando el balón hasta el fondo de la red por la escuadra y coronando al Gladbach como campeón de copa.
El Real Madrid y la Selección Federal Alemana
En la temporada 1973/1974 Netzer llega al Real Madrid junto a su compatriota Paul Breitner, aprovechando que la competición española abrió el mercado para la incorporación de dos jugadores extranjeros por plantilla y como respuesta al fichaje de Johan Cruyff por el FC Barcelona, aunque nunca se convertiría en un icono del club como sí lo fue para los catalanes el crack holandés. Netzer fue el primer jugador alemán en llegar al club blanco, y en su primera temporada, a pesar de jugar 25 partidos, resultó un auténtico fracaso, ya que el equipo se clasificó en octavo lugar llegando a cesar al técnico Miguel Muñoz.En su segunda campaña como madridista, llegaron a ensombrecer al Barcelona de Cruyff sacándole 13 puntos en la tabla con Miljanic como entrenador. Esta sería su primera liga a la que sumaría dos Copas del Rey en las tres temporadas en las que disputó la competición española, a pesar de que no dejó una huella significativa en el club de Chamartín. En 1976 deja el conjunto blanco para fichar por el Grasshoper suizo, donde jugó dos temporadas más retirándose en el año 1978. Netzer fue y sigue siendo para muchos un icono, un futbolista de enorme calidad con una gran y extravagante personalidad. La afición del Borussia Mönchengladbach lo idolatra y la afición madridista lo recuerda con admiración y cariño.
Su participación en la Selección de la Alemania Federal pudiera parecer, en un principio, anecdótica por que tan sólo jugó 37 partidos internacionales consiguiendo seis goles, pero la realidad nos indica que su relevancia en una de las Alemanias más potentes de la historia fue tan determinante como los escasos tantos que logró, luciendo, de hecho, el dorsal 10 a su espalda. En el año 1972 se proclamó campeón de la Eurocopa de Naciones con un Gerd Müller liderando al equipo mientras que el creativo Günter Netzer aportaba clase y juego en el centro del campo. Jugando de inicio por la baja de Wolfang Overath, Netzer ayudó a la "mannschaft" a lograr su primera victoria en Wembley en los cuartos de final y después tuvo un papel importante para vencer a Bélgica y la Unión Soviética antes de levantar el trofeo. Este no sería su único éxito con la máquina alemana, ya que dos años más tarde fue Campeón del Mundo en el recordado Mundial de 1974 ante la todopoderosa "Naranja Mecánica" de Johan Cruyff. La verdad es que dejando de lado las numerosas lesiones que sufrió Netzer, sus escasas apariciones en el combinado nacional se debió también al choque de personalidades que tuvo con Beckembauer, aunque nunca hubo ninguna gran animosidad entre las dos estrellas, hubo mayor renuencia por parte del seleccionador, Helmut Schön, para alinearlos juntos a pesar de las diferentes posiciones que ocupaban en el terreno de juego. Schön simplemente prefería a Overath que a Netzer. El propio Netzer afirmó que no hubo problemas entre ellos,llegando a decir que prácticamente jugaban de memoria por la calidad de ambos: "No recibimos indicaciones del entrenador, simplemente lo hacíamos nosotros sobre el césped... y funcionó". Netzer fue nombrado futbolista del año en Alemania en 1972 y 1973 y quedó en segunda posición en la elcción del Balon de Oro en 1972.
El entrenador y hombre de negocios
Nada más acabar su carrera como jugador emprendió la carrera de entrenador y director general del Hamburgo en el que permaneció ocho años y en los que consiguió un palmares impresionante, conquistando una Copa de Europa y tres Ligas entre otros títulos. Posteriormente se convirtió en un comentarista televisivo muy respetado. La habilidad que Netzer demostró en el terreno de juego, lo trasladó tras su retirada a los negocios, gestionando con éxito un club nocturno, una agencia de publicidad y un negocio relacionado con los derechos de televisión del fútbol alemán.Queda la sensación de que como futbolista pudo dar algo más de lo que fue pese a ser una de las personalidades más influyentes del panorama futbolístico alemán. Un líder que calzaba un 47, vestía como si fuera a la discoteca todos los días, o iba a los partidos en cualquiera de sus coches deportivos y lujosos para la época. Fue un George Best en formato alemán que supo manejar mejor su destino y sus excesos. Un rebelde con causa y efecto.