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La expulsión de Marchisio empuja a Uruguay a la victoria.

Autor: Kieran Smith

Entrenador de Fútbol UEFA “A”

25/06/2014

ITALIA 0-1 URUGUAY
24 JUNIO 2014 GRUPO D - WORLD CUP BRAZIL 2014

  • A pesar de perder ante Costa Rica en su último partido, Italia sólo necesitaba un empate para clasificarse para la siguiente fase del torneo y todo el mundo esperaba que fuesen capaces de conseguir un empate o ganar el partido. Esta era la última Copa del Mundo para muchos jugadores de Italia como Andrea Pirlo y Buffon, por lo que querían en la medida de lo posible, y después de la gran derrota en la final de la Eurocopa 2012 ante España, demostrar que todavía son un referente en la escena internacional.
  • Uruguay necesitaba ganar para clasificarse para la siguiente ronda del torneo después de una buena victoria ante Inglaterra en su último partido donde Luís Suarez anotó los dos goles. Uruguay terminó cuarto en el último campeonato Mundial y ganó la Copa América, por lo que si podían clasificarse para la siguiente fase sería visto  como un nuevo éxito para este equipo.
  • Ambos equipos estuvieron igualados, Italia con un centro del campo más fuerte, pero Uruguay con unos delanteros muy peligrosos, por lo que el partido podría haberse decantado a favor de cualquiera de los equipos.

DESDE EL PUNTO DE VISTA TÁCTICO

  • Italia cambió su sistema habitual 1-4-1-4-1 de juego y utilizó un sistema  1-3-5-2 en este partido. Fue la primera vez en más de un año que Italia utilizaba dos delanteros. De esta forma trataban de tomar ventaja con la misma forma de juego de Uruguay, ya que los centrales de Uruguay están muy involucrados en el ataque y esto dejaría a los delanteros italianos 2 contra 2 con los defensores. Los tres defensores centrales, juegan en la Juventus por lo que se sentían cómodos usando una línea defensiva de tres.
  • Uruguay también cambió su sistema de juego a un 1-5-3-2 con Martín Cáceres convirtiéndose en uno de los tres defensores centrales. Uruguay sabía que Italia trataría de dominar la posesión y se plantaron firmes para defender bien y tratar de jugar en un estilo de contraataque con Cavani y Suárez, siendo estos jugadores  las opciones de ataque más avanzadas. Cavani volvió a ser el delantero que ayudaba al centro del campo y trataba de ser el enlace con el jugador más avanzado en la fase ofensiva.
  • Fue un partido donde ambos equipos defendieron muy bien en la primera parte, de hecho no hubo muchas oportunidades de gol para ninguno, según el partido fue avanzando se generaron más oportunidades y ambos trataron de ganar el encuentro en la segunda mitad.

Aquí podemos ver el sistema de juego de Italia. Disponen  cinco centrocampistas con Pirlo moviendose entre líneas para tratar de ayudar a construir los ataques desde la defensa. Los dos delanteros italianos también están cerca unos de otros para que puedan tratar de combinar  con ellos para generar ocasiones.

Este es el sistema modificado de juego de Uruguay. Su 1-5-3-2 les permitió atacar con sus laterales y, como siempre, Arévalo Ríos se colocó delante de la defensa para protegerlos. Podemos ver a Cavani acercándose a la zona central del campo y como Luís Suarez queda como delantero mas avanzado para generar profundidad ofensiva.

LA BATALLA EN EL CENTRO DEL CAMPO

Clave de Italia para el control de este partido sería Andrea Pirlo. Fue el jugador clave en la construcción de los ataques, especialmente con De Rossi en el banquillo, y se dejó caer entre las líneas de defensa y el centro del campo, lo que permitía a Veratti y Marchisio ir hacia adelante y dar apoyo en ataque.

El problema de esta maniobra  es que Uruguay la  identificó y, como en muchos otros partidos, dispusieron un jugador para vigilar a Pirlo y ejercer presión sobre él para que no pudiese recibir la pelota y, que cuando la recibiese, asegurarse que no pudiese tener influencia en el partido. Cavani fue el jugador de Uruguay encargado de hacer este trabajo.

Los centrocampistas centraless de Italia Pirlo, Veratti y Marchisio eran muy estáticos y no aportaron mucho movimiento. Cuando Pirlo estaba bajo presión ni Veratti ni Marchisio dieron ningún apoyo en los primeros compases del partido, pero a medida que avanzaba, Veratti se convirtió en el hombre clave en la construcción de los ataques y que causó muchos problemas a la selección uruguaya.

Los uruguayos eran muy conscientes de lo peligrosos que podían ser los centrocampistas italianos por lo que se aseguraron de que no recibiesen en ningún momento el balón. Podemos ver a Pirlo (círculo), el jugador a su lado es Cavani y aunque en esta imagen vemos a  todos los centrocampistas de Italia bajo presión, Pirlo, era el objetivo principal. Observamos como los dos defensores centrales, Barzagli y Chiellini avanzan para apoyar el ataque, y de nuevo lo cerca que están los dos delanteros italianos.

Una vez más podemos ver que Pirlo está marcado por Cavani muy de cerca, pero a medida que el partido avanzaba,  Verratti consiguió encontrar espacios y se convirtió en el hombre clave para sus defensores cuando buscaban la construcción de los ataques. Cuando Verratti recibía el  balón la defensa uruguaya basculaba hacia él, lo que aprovechaba Marchisio para moverse entre las líneas.

Este es el posicionamiento defensivo de Uruguay en el partido, para una vez recuperado el balón intentar combatir a Italia con contra ataques. Podemos ver lo organizados que estaban en defensa y la agresividad con la que presionaron a los jugadores italianos. Cavani está de nuevo muy cerca de Pirlo. Suárez es el delantero más alejado para esperar los pases después de que se recuperase el balón y se  iniciase la fase de ataque.

En esta imagen podemos ver la manera de atacar de Uruguay hasta la expulsión de su jugador. Cada vez que recuperaba el balón, Luis Suárez realizaba movimientos en profundidad para tratar de ganar la espalda de la defensa italiana.

En la primera mitad los movimientos de los delanteros italianos no eran muy buenos y  no gerararon ningún riesgo para la defensa uruguaya. Mario Balotelli fue sustituido en el descanso y Parolo entró en su lugar y pudimos ver la diferencia inmediatamente. El movimiento de Immobile hacia el balón atrayendo a su defensor uruguayo con él, lo que generaba espacio a su espalda para que Parolo lo pudiese aprovechar.

LA EXPULSIÓN

La tarjeta roja a Claudio Marchisio tuvo un efecto enorme en este partido. Cuando fue expulsado significó que Italia tendría intentar aguantar el resultado, que en ese momento era de empate a cero. Entonces fue cuando cambiaron su sistema de juego a una forma mucho más defensiva tratando  de detener a Uruguay sin asumir riesgos.

Uruguay necesitaba ganar y la expulsión les hizo ser mucho más ofensivos. El aquipo cambió a su sistema de juego habitual, 1-4-4-2, con el centro del campo en forma de rombo. Esto también permitió que juagasen la mayor parte de la segunda mitad en el medio campo de Italia, y mantener la presión sobre ellos. Uruguay creó más oportunidades en el segundo tiempo y finalmente consiguió su objetivo.

Después de la expulsión de Marchisio, Italia siguió con el mismo sistema de juego, 1-5-3-1, solo que con un solo delantero, lo que la hizo adoptar una postura mas defensiva , tratando de mantener el empate. Tuvieron un par de ocasiones, pero ninguna de ellas clara. La verdad es que Italia se mostró muy pobre en este partido.

Uruguay trató siempre de ganar el partido en la segunda mitad, pero la expulsión del jugador italiano  les permitió cambiar su sistema de juego, por uno más ofensivo. Volvió a su habitual 1-4-4-2, y empezaron a ejercer presión sobre la defensa italiana. Stuani estuvo excelente en el apoyo a Cavani y Suárez y causó muchos problemas a Italia. La forma de rombo en el  centro del campo generaba amplitud y dificultaba la maniobra ofensiva a los italianos. Lo que generó espacio en las zonas avanzadas más peligrosas.

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LA OPINION:
Angel Cappa
Entrenador Nacional de Fútbol Nivel 3 RFEF

La identidad de Uruguay acaba con una Italia sin definir.

Según un prestigioso periodista uruguayo, Jorge Da Silveira, Uruguay se desenvuelve mucho mejor en la épica que en el fútbol. Y a ese terreno llevaron los uruguayos el partido contra Italia. Fue un encuentro confuso, luchado, con muchas fricciones e interrupciones. Italia, que supuestamente había cambiado su idiosincrasia para apostar por el buen fútbol, no tuvo la convicción necesaria para imponer ese nuevo estilo, y acabó en la ambigüedad, entre defender el empate que lo favorecía o decidirse a atacar jugando.

Durante muchos pasajes del partido daba la impresión que había 19 jugadores de campo combatiendo por cada pelota, y uno solo, Pirlo, tratando de jugar. Desde la justa expulsión de Marchisio, Italia se encerró en su área y solo atinó a esperar el final. Faltaba mucho y la elección era demasiado arriesgada. Es muy difícil que durante media hora el rival no consiguiera un gol, aunque sea Uruguay que no tenía demasiados argumentos, salvo centros y pelota parada, para llegar al objetivo. Y así fue. En un córner, Godín  y la causalidad, marcó con la espalda, clasificó al equipo que más lo merecía.

 Finalmente Uruguay había sido fiel a su modo de entender este juego: lucha, compromiso para defender y astucia para aprovechar los errores adversarios. Al fin y al cabo las únicas ocasiones de gol claras fueron de los sudamericanos. Italia quiso reaccionar pero no le alcanzó el tiempo. Pasa a la siguiente ronda quien, a pesar de no tener un juego atildado y menos atractivo, responde a su identidad. Italia tendría que reforzar su convicción si es que realmente termina por elegir el buen juego.


LA PRENSA
Manuel Pereira
Periodista Diario A Bola – Portugal

Godín le da un bocado a Italia.

Prosigue la debacle europea, después de España, Inglaterra, Croacia y muy posiblemente Portugal, Italia también dejó prematuramente el Mundial donde se están imponiendo las selecciones del continente americano. Por este camino vamos a tener de confiar en que Alemania, Francia y Grecia sean los defensores del fútbol de nuestro entorno.

A la ?nazionale? le bastaba un empate para llegar a octavos pero jugar para la igualdad conlleva el riesgo de conducir a la derrota y eso fue lo que terminó por suceder a un equipo que prometió mucho cuando en el primer día se impuso a Inglaterra, pero que después se fue desinflando hasta la consumación del fracaso al tener que regresar a casa sin pasar de la fase de grupos.

Muchas veces la suerte de un partido depende de algún detalle y, en éste todo empezó a decidirse cuando, en la segunda parte, Marchisio tuvo la mala ocurrencia de entrar a un contrario de una forma que el árbitro consideró que debería ser castigada con una tarjeta roja. Con esa expulsión Italia se veía en la situación de tener de jugar con uno menos durante más de media hora, un problema para el seleccionador Prandelli  y un estímulo para los sudamericanos que pasaron a creer mucho más en sus posibilidades de conseguir el gol salvador.

El primer aviso serio por parte de los uruguayos vino de los pies de Luis Suárez que obligó a Buffon a su última gran parada en los Mundiales, mientras que Italia procuraba hacer pasar el tiempo. Cassano entró en lugar de Immobile para que el equipo pudiera mantener más el balón en su poder aunque eso significaba renunciar al ataque. La estrategia resultó bien hasta diez minutos antes del final cuando en un saque de esquina Godín saltó más alto que todos los defensas y con el hombro y un poco de la espalda hizo el gol del triunfo. Pocas horas antes Simeone había recordado lo importante que es Godín para el Atlético y el defensa quiso corresponder a los elogios de su entrenador conduciendo su selección a la fase siguiente semanas después de haber dado al equipo madrileño el titulo  de la Liga española.

 Los últimos minutos fueron de intenso dramatismo, Luis Suárez volvió a mostrar su instinto caníbal  mordiendo en el hombro a Chiellini mientras que Italia, sin delanteros, delegó todo en Pirlo para que procurara evitar el desastre. Pero el magnífico jugador no logró el milagro y él también se tuvo que despedir de forma triste e inmerecida de la máxima competición del fútbol universal. En un loable ejercicio de honestidad, Prandelli dimitió de sus funciones de seleccionador y lo mismo hizo el presidente de la Federación, los dos se reconocen responsables del fracaso y dejan paso a otros que reconduzcan por mejores caminos al fútbol italiano.  

Uruguay vuelve así la semana que viene al local del crimen, el Maracaná, donde en 1950  ganó el título a Brasil, protagonizando uno de los hechos más relevantes y más recordados en la historia de los Mundiales. No será todavía la final pero estar en octavos es un gran éxito que algunos, de más renombre, no han sido capaces de alcanzar.

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