Alemania hace bueno el pronóstico como favorita a liderar el Grupo G

Victor Paredes
Preparador Físico RAYO VALLECANO-España

Alemania y Estados Unidos le hacen un gran favor al fútbol.

Fue un partido intenso, donde cada equipo busco la victoria. La mejor noticia posible para el fútbol, al que Alemania y Estados Unidos, tras todas las suspicacias levantadas, hicieron un gran favor. Los dos equipos fueron reconocibles en todo momento. Alemania con orden y, como siempre, bajo el dominio de Kroos y Lahm. Los americanos, por su parte, tuvieron una vez más a Jones y Bradley a los mandos. Los americanos volvieron a demostrar que tienen un gran esquema defensivo, basando todas sus opciones atacantes en Dempsey. A pesar de que les valía el empate, EEUU mantuvo un ritmo alto de intensidad durante los noventa minutos, con una gran sensación de madurez y orden. Los belgas no lo tendrán nada fácil en el cruce de octavos para superar a los de Jürgen Klinsmann.

Sin embargo, Estados Unidos no llega a la gran cantidad de variantes y de juego que tiene esta selección alemana. Los de Löw tienen una hoja de ruta bastante clara y los jugadores perfectos para llevarla a cabo. Sin duda puede ser su Mundial, eso sí, con los momentos de suerte que necesita toda selección para poder ganar el campeonato. Cuenta además con la ventaja de la experiencia de sus jugadores y del cuerpo técnico, que ya van por su tercer Mundial consecutivo. Sabiendo lo que hacer en cada momento. Tras el gol de Müller, Alemania supo dosificar esfuerzos pensando en lo que viene por delante a partir de ahora.

Tomás Magaña
Redactor FUTBOL TACTICO

Alemania y EEUU avanzan sin ‘biscotto’.

Después del Estados Unidos - Alemania, Jürgen Klinsmann saltó al césped del Arena Pernambuco de Recife para repartir sonrisas y abrazos entre viejos conocidos. Su equipo había perdido por 0-1, pero el seleccionador norteamericano se sentía radiante: el resultado, combinado con el 2-1 en el Portugal - Ghana, clasificaba para las eliminatorias a yanquis y teutones. Una meta compartida que podían haber superado amañando un empate, pero Klinsmann y Löw, dupla en el banquillo germano entre 2004 y 2006, eligieron el camino más honroso. Compitieron sin mangoneos y pudieron celebrar juntos su avance a los octavos de final de la Copa del Mundo.

De no haber flotado en el aire la posibilidad de componenda no habría sido complicado prever un partido como el que finalmente se produjo. Con posesión casi exclusiva para los europeos, seguros sobre los pilares del Bayern de Guardiola, con Lahm, Kroos y Schweinsteiger en la medular y Özil y Podolski flotando alrededor de Müller en ataque. Y con sacrificio y contención por parte de los americanos, que tuvieron que esperar prácticamente hasta el 92? para sacudir a Neuer. Klinsmann se fue satisfecho, aunque su equipo jugó con fuego durante un buen tramo del segundo tiempo. Entre el 56? y el 80?, un gol de Ghana habría supuesto la eliminación estadounidense.

Pese a dominar de principio a fin, Alemania se sintió más a gusto tras el descanso, cuando el ingreso en la cancha del legendario Klose permitió que Müller se arrancase el corsé y profundizase en la libertad de movimientos que tan bien le sienta. En cualquier caso, su gol brotó de la estrategia, de un córner de pizarra botado por Özil, cabeceado por Mertesacker y rechazado por el guardameta Howard. El nuevo ?Torpedo? recogió el cuero dentro del área y remató con precisión para sumar su cuarta diana en este Mundial, mantenerse a la altura de Neymar y Messi en la clasificación de artilleros y premiar el inconformismo de la Mannschaft.

No fue el gol de Müller en Recife, sino el casi simultáneo de Gyan en Brasilia, el que puso en tensión a Estados Unidos. Los de Klinsmann se encontraron súbitamente en la necesidad urgente de buscar la igualada: caer ante Alemania sólo era asumible si Ghana no era capaz de tumbar a Portugal. En ese contexto quedó probado que, pese a su crecimiento en los últimos años, a los norteamericanos les faltan todavía recursos para responder al control de un rival superior. Bedoya y Dempsey rozaron el 1-1 en las postrimerías, pero para entonces ya había marcado a 1.600 kilómetros Cristiano Ronaldo, un gol estéril para los lusos pero relajante para los yanquis.

La selección alemana se presenta en octavos de final con aplomo, como uno de los equipos más fiables de la competición y seguramente como principal alternativa a la anfitriona Brasil en la carrera por el título. Joachim Löw tiene aún por delante un camino largo y complicado, todo lo contrario que su amigo Jürgen, que ya ha cumplido con la parte esencial de su misión sobreviviendo a una fase de grupos ni mucho menos sencilla. Argelia y Bélgica, respectivamente, serán sus primeros adversarios en los duelos a vida o muerte.