La seleccionadora estadounidense Jill Ellis partió con su sistema habitual 1-4- 3-3 tanto en ataque como en defensa. Las laterales Dunn y O’Hara en fase ofensiva se ubicaban sobre los pasillos interiores, intentando generar superioridades numéricas sobre la zona central, las cuales no aprovecharon para dominar en esta fase.
En el inicio de juego, la primera línea de construcción llegaba cómodamente a las inmediaciones del circulo central. Justo ahí, evitaban conectar con sus medios centros, y realizaban cambios de orientación buscando situaciones de 1x1 de Rapinoe o Heath respectivamente con su par, sumando a la situación a Lavelle o Mewis para ganar la posible segunda jugada.