Organizar coordinadamente una actividad colectiva como el fútbol supone armonizar comportamientos, actitudes, aptitudes y expectativas en pos de un objetivo.
La resultante será examinada exhaustivamente por un rival que buscará en la medida de lo posible distorsionar y quebrar la cohesión y el orden establecido en el estilo de juego elegido y en la manera de ponerlo de manifiesto.