Vivir sin fútbol esta temporada ya casi no resulta relevante. Lo relevante, es el dolor y la tristeza por la pérdida de seres queridos y en el caso del futbol por la desaparición de personas que han dejado huella tanto en el fútbol como en el corazón de quienes los seguimos hasta llegarlos a querer sinceramente.
Michael Robinson es uno de los ausentes ya para siempre y que será uno de los que nunca olvidaremos porque llegamos a quererle como uno de los nuestros.