Durante un partido de fútbol, a los dos equipos en juego, se les dan, de una forma continuada y alterna, dos situaciones netamente diferenciadas: LA OFENSIVA y LA DEFENSIVA, determinadas ambas por la posesión o no del balón en juego. Para los dos equipos dichas situaciones son por naturaleza contrarias, es decir equipo que está en acción ofensiva, se le opone el otro en acción defensiva. Lógicamente sus finalidades son también contrarias, dado que si un jugador con balón intenta un desmarque para tratar de hacer gol, es porque existe un rival que le marca para impedírselo.
En este artículo, abordaremos y haremos hincapié en la importancia de la posesión del balón como medio para lograr el control del juego, en concreto, del juego ofensivo dentro de un microsistema, mesosistema o sistema completo de un equipo atacante, siempre con la finalidad de superar eswtrategias defensivas rivales y conseguir el fin; EL GOL.