La final de la Eurocopa fue un alivio para el fútbol italiano, que languidece desde que su triunfo en el Mundial de 2006 ante Francia. Desde entonces, el ‘calcio’ vive una de sus peores etapas, en constante convulsión tras el ‘Moggigate’ o las apuestas ilegales que estuvieron cerca de hacer que Italia no acudiera a la Eurocopa de 2012