Si ayuda nos lo callamos porque el mérito es del equipo, y si perjudica lo señalamos porque la culpa hay que repartirla. En un deporte donde el reglamento se interpreta, pocos apoyan el uso de la tecnología para rectificar los fallos humanos y todos son expertos en reglas de juego, el árbitro está siempre en medio de la polémica.
La competición nos expone a una gran cantidad de estímulos que afectan el funcionamiento psicológico de entrenadores, jugadores y árbitros. Para acercarnos a su comprensión, vamos a analizar algunos de los condicionantes que influyen en las decisiones de los colegiados, y ofreceremos 5 herramientas básicas para que el entrenador se relacione de una forma más positiva con él. Para ello, partimos de una premisa fundamental en las relaciones humanas: el buen trato nos acerca en el nivel emocional y cognitivo (ej. refuerzo positivo), y nos hace más influenciables, y lo contrario, nos desagrada y aleja de las personas.