1-3-5-2. Haciendo especial énfasis en la fase defensiva y viendo el equilibrio que presenta el sistema de por sí, empezaremos a trabajar de una manera más amplia y gráficamente de él en sus diversas vertientes, remarcando especialmente la fase ofensiva así como sus transiciones mediante tareas para la automatización de ciertos mecanismos en ataque.
La elección propia del 1-3-5-2 fue por el simple hecho de que llegamos a la conclusión que es un sistema que permite el equilibrio entre las diferentes líneas por la capacidad de evitar la superioridad del rival hacia nosotros. Por tanto para realizar las diversas labores del sistema en los diversos roles es necesario un trabajo preciso pero sobre todo sacrificado. Hablamos de la gran capacidad que nos proporciona jugar con 3 centrales para dividir el juego y crear situaciones que favorezcan nuestro ataque.