Cada día vemos a grandes entrenadores disfrutando con sus equipos de fútbol, algunos también sufriendo. Lo que está claro es que llegar a donde han llegado tiene un mérito enorme fruto de la constancia y de la calidad del técnico.
Se suele decir que un futbolista profesional lo tiene más fácil para ser entrenador de élite que un entrenador que nunca llegó a ser profesional, pero ambos casos tienen grandes dosis de talento y trabajo que les ha hecho llega a ir creciendo como técnicos y alcanzar sus metas. A continuación vamos a describir algunas claves que pueden ser interesantes para crecer como entrenador y poder ofrecer apoyo a nuestros jugadores, ya que es un punto fundamental que determinará el seguir mejorando y progresando como técnico de fútbol. Algunos entrenadores utilizan a sus jugadores para su propio beneficio. Quieren llegar a la élite y no les importa mucho su equipo. Otros crean barreras infranqueables con sus jugadores y no les ofrecen ninguna ayuda o apoyo para su crecimiento.
Desde mi punto de vista, una de las misiones más importantes del entrenador radica en ofrecer a sus jugadores puentes (vínculos) para ayudarles a activar sus recursos como jugador y como persona y así poder rendir al 100%. Es más, en ocasiones el entrenador ejerce de “padre o hermano mayor” y apoya a sus jugadores cuando atraviesan situaciones difíciles.