El entrenamiento de porteros no sólo implica la actividad en el campo. Necesita un trabajo previo de reflexión y planificación.
Antes de trabajar directamente en el campo se impone una seria reflexión sobre la planificación del trabajo a corto, medio o largo plazo. Aportamos algunas sugerencias al respecto, con la intención de compartir algunas ideas básicas y datos concretos a modo de estadisticas para su interpretación.
Planificar nos obliga, en primer lugar, a buscar unos objetivos, con arreglo a un plan estratégico diseñado al efecto, en el que los contenidos se ordenen y dividan en fases más cortas y manejables. No cabe duda que la organización del entrenamiento mejorará ostensiblemente ya que se seleccionarán con mejor criterio los recursos disponibles y se utilizarán con mayor eficacia. En consecuencia, la satisfacción del entrenador por el trabajo realizado con agilidad y eficiencia se transmitirá a quienes entrene, aspecto que repercutirá de modo muy positivo en la relación entre todos ellos.