El meta del Manchester City, a pesar de la eliminación de su equipo, compartió todo el protagonismo con Leo Messi, sublime.

Espectacular noche de Champions League en el Camp Nou. El partido entre el FC Barcelona y el Manchester City reunió todos los condicionantes que hacen de esta competición la mejor del mundo. Lo vigiló desde la grada Pep Guardiola, quien rechazó la oferta de la Directiva del Barça del ver el partido en el palco para hacerlo en su abono que mantiene en el Camp Nou. Allí estuvo junto a su padre y Estiarte, su gran amigo y persona de confianza. Guardiola olvidó por algunos momentos que es entrenador del Bayern de Múnich para convertirse en un aficionado más. Como todos, Pep alucinó con el partido de Leo Messi, excelso ante el Manchester City.

Partido redondo de Messi

La estrella argentina confirmó que ha vuelto. En lo que iba de 2015 había jugado grandes partidos, aunque de manera intermitente. Brillaba en determinados tiempos del partido. Ante el City firmó una actuación redonde, desde el primer hasta el último minuto, como hacía antes. Manuel Pellegrini, quien se llena de temores cuando ve una camiseta azulgrana delante, no encontró nunca la fórmula para parar el juego de Messi. Tampoco para taponar los tremendos agujeros que tiene el equipo inglés en defensa. ¿Cómo es posible que un equipo con Zabaleta, Kolarov, Demichelis y Kompany defienda tan poco y tan mal? El City muestra una tremenda falta de mando y orden en su equipo. Son once jugadores muy buenos, casi todos de talla mundial, pero sin espíritu de equipo. Un chollo para este Barcelona, que conjuga el vértigo y el toque de manera perfecta. Luis Enrique, después de mucho tiempo, ha tomado el pulso al equipo, dejando a Messi que lidere todo. No obstante, sigue mostrando ciertas carencias en defensa, que el City estuvo cerca de aprovechar en la segunda mitad. Todo un aviso de cara al partido ante el domingo contra el Real Madrid.

Las diez paradas de Joe Hart

El globlal de la eliminatoria fue 3-1, pero facilmente pudo ser un 7-1. Lo evitó Joe Hart. Las estadísticas de la UEFA hablan de diez paradas del meta inglés. Todas ellas espectaculares, salvando varios mano a mano ante Messi o sacando remates claros de gol a Luis Suárez o Neymar. Hart, a pesar de que su equipo había sido eliminado, salió feliz del Camp Nou, felicitado por sus compañeros y rivales. No muchas veces se pueden ver actuaciones como la suya anoche. Diez paradas que también le sirven para reivindicarse como uno de los mejores porteros de Europa. Es cierto que a veces tiene lagunas, con errores muy marcados, pero ¿quién no los tiene? Ter Stegen, por ejemplo, paró un penalti a Agüero, pero quince minutos antes a punto estuvo de provocar el empate del City por una jugada en la que se lío con los pies. Los porteros, como todos, también son humanos, y los errores cuentan. Los buenos son los que comenten los menos posibles.

La Juventus ha madurado

Al mismo tiempo que se jugaba el partido del Camp Nou, la Juventus se paseaba en el campo del Borussia de Dortmund. El golazo de Tévez nada más comenzar hizo saltar por los aires el planteamiento de Klopp. A partir de ahí, la Juventus dominó a su antojo el partido, cerrando todos los huecos atrás y matando en las salidas que tenía. Morata y Tévez han formado una dupla perfecta, repleta de velocidad y calidad en los metros finales. Entre los dos hicieron el 0-2 y eñ 0-3 de la Juventus. Un equipo al que le ha costado volver a la élite europea, pero ya está aquí. Y en cuartos puede dar un susto a cualquiera.

Fracaso del fútbol inglés

El bombo de cuartos de mañana tendrá tres españoles (Real Madrid, Barcelona, Atlético de Madrid), dos franceses (PSG y Mónaco), un alemán (Bayern de Múnich), un portugués (Porto) y un italiano (Juventus). Es decir, no habrá ingleses. De este modo, se confirma que los equipos Premier han perdido peso, sin ningún representante entre los ocho mejores del continente. Una situación que solo se ha dado dos veces desde la que la Copa de Europa pasará a llamarse Champions: 1996 y 2013. El fútbol inglés necesita una profunda reflexión sobre su estilo de juego, y es que no solo vale con fichar caro para ganar en Europa. El City es un claro ejemplo.